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Todos rondan la treintena y, aunque quizá su belleza no sea tan estricta como la de los clásicos, su obra (y su vida) los ha convertido en un icono generacional. La combinación de talento, estilo y provocación ha colocado a estos actores en el olimpo de los centennials, que siguen sus andanzas románticas en redes sociales como si fueran una extensión de sus éxitos profesionales.
Una euforia, la de sus fans, que tiene su traducción económica, por supuesto. ¿Qué consigues con que Jeremy Allen White (The bear) se haga embajador de tu marca de ropa interior? Pues ganas 12,7 millones de dólares en menos de 48 horas por el impacto mediático. Incluso una modesta marca de cadenas obtuvo más de 200.000 seguidores de golpe en Instagram tras verse colgada del cuello de Paul Mescal en la serie Normal people. Y eso por no hablar de las velas perfumadas con olor al «agua de la bañera de Jacob Elordi», una manera de monetizar el erotismo perverso de Saltburn, la película de moda protagonizada por este actor junto con otro de los más deseados, Barry Keoghan.
Pero no te engañes, que no son solo rompecorazones (o 'novios de Internet', como se diría ahora): la industria reconoce su talento más allá de sus likes. Jeremy Allen White, por ejemplo, ha recogido ya dos Globos de Oro por su papel del genial chef Carmy en la serie The bear, aunque a su paso por la alfombra roja medio mundo cotillease sobre la campaña de Calvin Klein y estuviera pendiente de si mencionaba a Rosalía, su pareja.
También a Austin Butler le pasa: Globo y nominación al Oscar por la durísima preparación de tres años que lo llevó a interpretar a Elvis Presley, fichaje de Yves Saint Laurent como imagen de su fragancia y romance de largo recorrido con Kaia Gerber, la hija supermodelo de Cindy Crawford.
Timothée Chalamet es otro fenómeno social, capaz de entrar en la lista de embajadores de Chanel, posar al lado de una novia como Kylie Jenner –la menor de las Kardashian– y optar a un Oscar, dos Globos de Oro, cuatro SAG y cinco premios de la Crítica Cinematográfica.
Tiene 32 años y lleva en el negocio dos décadas (fue estrella infantil de Disney), pero su carrera despegó en 2022 tras su interpretación del rey del rock and roll en Elvis. Actor de método, fue tal su inmersión en el papel que, ingresó una semana en el hospital. Ahora comparte marcas, como Yves Saint Laurent, y estilismos con su novia, la modelo Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford.
Curtido en la interpretación por su papel en la serie Shameless, ahora con 33 años este neoyorquino ha ganado todos los premios de la industria por la serie The bear. Divorciado y padre de dos niñas a las que solo puede ver tras someterse a controles periódicos de alcoholemia, su relación con Rosalía y su campaña con Calvin Klein han hecho arder las redes sociales.
Neoyorquino. 28 años. Su papel de adolescente enamorado de un hombre en Call me by your name lo puso en boca de todos, pero su ascenso ha sido meteórico: Mujercitas, El rey, Dune, Wonka... Mujeres, hombres y marcas lo adoran por igual, pero él se decanta, de momento, por novias como Lourdes Leon, Lily-Rose Depp o su actual pareja, Kylie Jenner, del clan Kardashian.
Puede no ser el más guapo, pero su talento lo ha colocado entre los más deseados. Su bailecito desnudo en Saltburn también influye (en cueros ha llegado a la portada de Vanity Fair). Obtuvo el prestigio por sus papeles en El sacrificio de un ciervo sagrado y Dunkerque, pero ahora lo adoran por cómo luce los looks de Ilaria Urbinati, la estilista de moda.
Ha sido el último en lograr el título de 'chico de Internet' por su papel en Normal people. También es irlandés y tiene 28 años. La crítica se enamoró de él en Aftersun y sus fans cuando asistieron en directo en Instagram al inicio de su romance con la cantante Phoebe Bridgers. Han roto, pero ahora tiene otro 'romance': con Ridley Scott, que lo ha convertido en el próximo Gladiator.
Tras protagonizar algunos de los éxitos más representativos de la generación Z (desde la serie Euphoria hasta la película Saltburn), este australiano de 26 años y 1,96 metros de altura también se ha ganado al resto del público con su papel de Elvis Presley en Priscilla. El cebo perfecto para convertirse en imagen de firmas como Valentino, Bulgari o Saint Laurent, que buscan, además, su foto con su actual novia, la influencer Olivia Jade.
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