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Una concina con vitrocerámica. T. B. / Fotolia
El truco ideal para limpiar la suciedad de la vitrocerámica en tres sencillos pasos

El truco ideal para limpiar la suciedad de la vitrocerámica en tres sencillos pasos

Consejos para acabar con las manchas acumuladas en esta pieza clave de tu cocina

LA VERDAD

Miércoles, 1 de junio 2022, 21:41

Muchas familias eligen la vitrocerámica para cocinar en sus hogares. Ya sea por comodidad o por que prefieren cocinar con este sistema, cada vez son más los que eligen una cocina de vitrocerámica. Muchos la consideran como una opción más segura y sostenible en comparación con otros tipos de cocina, además resulta muy sencillo limpiarlas. Sin embargo, las prisas del día a día provocan descuidos en su mantenimiento, lo que provoca que se generan algunas manchas muy difíciles de retirar.

Cuando llega ese momento, y más cuando has probado todo para retirar las marcas indeseadas, puede parecer que no queda más opción que asumir el nuevo aspecto de tu vitrocerámica y culpar al uso por la mala apariencia. Sin embargo, existen trucos para remediar estas marcas en tu vitrocerámica y sin gastar mucho dinero. Los trucos caseros pueden ayudarte a que el aspecto de tu vitrocerámica mejore en cuestión de minutos.

El truco ideal para limpiar la vitrocerámica

Para que tu vitrocerámica recupere su estado inicial necesitarás pasta de dientes, una bayeta, alcohol de limpieza, vinagre y una rasqueta para vitrocerámicas. Este último elemento suele ser muy económico y puedes encontrarlo en cualquier supermercado. Recuerda que antes de ponerte a limpiar es muy importante que todas las fuentes de calor de la vitrocerámica estén frías y apagadas. Para esta tarea solo necesitas seguir tres pasos.

1. Echa vinagre y quita la suciedad con la rasqueta

Utiliza una bayeta para extender el vinagre por encima de la vitrocerámica. Debes insistir en aquellas zonas donde haya manchas o marcas. Después, utiliza la rasqueta para retirar los restos de suciedad más resistentes. Vuelve a pasar la bayeta con vinagre y seca bien la superficie con papel de cocina.

2. Utiliza la pasta de dientes

Añade a la altura de cada fuente de calor un poco de pasta de dientes y extiende con la bayeta realizando movimientos circulares. En los lugares donde se acumule más suciedad aplica más presión con la bayeta mientras entiendes la pasta. Después, pasa de nuevo la rasqueta y con los restos que queden de pasta de dientes y vuelve a frotar realizando movimientos circulares.

3. Enjuaga la superficie

Utiliza una bayeta húmeda con agua y retira la pasta de dientes sobrante. Una vez que ya no queden restos, aplica el alcohol de limpieza diluido en agua con un pulverizador. Por último, seca bien con papel de cocina y limpieza terminada.

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