¿Es sano comer alimentos sin gluten si no eres celíaco?

Los celíacos se ven obligados a sustituir los cereales como el trigo, la cebada y el centeno por alimentos sin gluten. Los problemas gastrointestinales son algunos de los síntomas que sufren estas personas. Unas restricciones a la hora de hacer la compra que se han convertido en una moda para los que no tienen esta enfermedad pero quieren seguir esta dieta especial porque consideran más sana. Y es que algunos productos venden la ausencia de esta proteína como una ventaja alimentaria.

El catedrático de bioquímica y biología molecular, José Manuel López Nicolás, afirmó en una entrevista en LA VERDAD que el crecimiento de personas que consumen alimentos para celíacos sin presentar ninguna de estas patologías se debe «a las campañas de 'marketing' tan agresivas de un sector de la industria alimentaria, que han disparado considerablemente la venta de los productos 'sin gluten'».

Una última investigación desarrollada por el grupo Gluten 3S de la UPV/EHU concluye que «los productos sin gluten no son nutricionalmente equivalentes a los que contienen gluten», según recoge Europa Press. En este estudio se ha hecho un seguimiento de 200 productos sin gluten durante nueve años para analizar si presentan carencias desde el punto de vista nutricional. El equipo de investigadores determina que la calidad de los productos sin gluten ha aumentado «considerablemente» durante este tiempo pero, sin embargo, «todavía estos productos no han llegado a ser equivalentes a los que contienen gluten», tal y como han informado en una nota desde la UPV/EHU.

De modo que las personas no celíacas no deben seguir esta dieta para llevar una vida sana, ya que, como explica el farmacéutico de la UPV/EHU e investigador del grupo Gluten 3S, Jonatan Miranda Gómez, «se atribuyen a la dieta ciertos atributos que en sí mismos no están relacionados con ella, pero los datos demuestran que los productos sin gluten no son más sanos». En este sentido, Europa Press destaca que el equipo de Miranda ya publicó en 2014 un artículo científico tras comparar 200 alimentos sin gluten con sus equivalentes con gluten y se demostró que no son nutricionalmente equivalentes. En esta investigación se concluyó que «los productos sin gluten contenían más lípidos insaturados (o grasas nocivas) que los productos con gluten, tenían un aporte de fibra más reducido y era necesario controlar su cantidad de sal y proteínas».

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