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María Ramírez
Lunes, 12 de junio 2023, 11:49
Los ciberdelincuentes no dejan de reinventar sus temáticas. Desde el clásico 'phishing', en el que simulan una página original para conseguir datos confidenciales, hasta mensajes fraudulentos, las tácticas para manipular y engatusar son cada vez más sofisticadas. Entre sus estrategias, aquellas que involucran los lazos de sangre pueden llegar a ser verdaderamente exitosas. Es el caso de la estafa conocida como 'hijo en apuros', un fraude que lleva circulando desde hace meses pero que ha proliferado considerablemente en las últimas semanas, dejando una nueva oleada de víctimas.
La trama inicia con un SMS que los timadores mandan a mujeres suplantando la identidad de sus hijos: «Hola mamá, hemos tenido un accidente y se me ha roto el móvil, escríbeme a este número en WhatsApp lo antes posible por favor». La tragedia que origina la supuesta situación de emergencia puede ser un siniestro, un robo o cualquier otro incidente por el que el descendiente ha perdido su teléfono. En ocasiones, junto a esas palabras que no aportan cuantiosa información, los estafadores adjuntan un enlace a la aplicación para mantener una conversación más fluida.
Una vez que se abre el chat, el emisor explica de manera escueta lo ocurrido. La clave está en la inmediatez, que otorga sensación de urgencia y nerviosismo, por lo que tras un intercambio efímero de palabras, los estafadores solicitan una transferencia inmediata de dinero para poder solventar la situación. «Tengo que pagar una cosa y no tengo la tarjeta en mano», explica el ciberdelincuente a una usuaria que entregó las capturas a la Policía Nacional. Presas de la angustia, algunas víctimas no se cercioran del engaño y acceden a realizar el traspaso.
🚩 Atención a esta modalidad de #estafa a través de #WhatsApp
— Policía Nacional (@policia) January 19, 2023
Contactan con mujeres y las engañan haciéndose pasar por sus hijos para solicitarles una transferencia #urgente de #dinero para hacer frente a un supuesto problema
No pagues, #NoPiques #SomosTuPolicía pic.twitter.com/yxgjNL1mr6
En ese momento, el estafador manda rápidamente todos los detalles sobre la cuenta a la que deben realizar el ingreso: el IBAN, el nombre, la cantidad y la referencia. Las cuantías reclamadas suelen ser elevadas, algunas incluso alcanzan los 2.900 euros. En el caso en el que la víctima cuestione el motivo del traspaso, los supuestos hijos hacen hincapié en la prisa que tienen por conseguir el dinero y así evitan dar más explicaciones. La Policía Nacional ya advirtió el pasado mes de enero de este tipo de estafa a través de su cuenta de Twitter.
Antes de intercambiar cualquier mensaje, se debe contactar con el hijo a través de su número de teléfono real para comprobar si verdaderamente el móvil está roto. Otro modo de averiguar si tras el nuevo número se encuentra el descendiente, es preguntándole sobre un asunto que solo él conozca. Así, se conocerá rápidamente si se trata de un engaño. En el caso de que sea un timo, es recomendable comunicar a la Policía lo ocurrido, aportando el contacto desde el que se ha recibido el mensaje.
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