Cómo tratar un brote de acné tras las vacaciones de verano

El verano, para quien sufre acné, se convierte en su mejor aliado. En los meses más calurosos, el rostro deja de presentar granos y luce una piel dorada y sin marcas. Un resultado ideal pero falso. Aunque el buen estado de tu cara en los días de sol y playa te pueda hacer creer que esta combinación es la solución definitiva, se convierte en un realidad engañosa, ya que a la vuelta de vacaciones te saldrá un brote de acné.

Es cierto que el sol evita que te aparezcan más granos, pero solo lo hará por un tiempo reducido, ya que después saldrá el verdadero efecto de haber estado expuesto al sol, lo que derivará en un brote de acné en el mes de septiembre. Tomar el sol hace que la piel adquiera más grosor y facilitará la obstrucción de los poros, lo que provocará que los granos vuelvan a aparecer, y en forma de brote.

Una forma de evitar que esto ocurra es adaptar tu protector solar a las necesidades de tu piel. Si eres una persona con tendencia acneica debes buscar una crema para este tipo de piel, y utilizar una especial para el rostro y otra para el resto del cuerpo. Además no debes reservar la protección solo a cuando vayas a tomar el sol en la playa. Cada vez que vayas a estar expuesto al sol debes usarla. Para tratar este problema es importante mantener una buena limpieza del rostro. Durante el verano no se debe olvidar mantener una rutina facial ya que te ayudará a que en septiembre tengas un brote de acné. Para este tipo de piel es recomendable lavarla dos veces al día y acabar con una buena hidratación. Cuando se trate de un problema que aparece con frecuencia se debe acudir al dermatólogo para tratar el acné con los productos adecuados.

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