Real Murcia

Sandroni maniató la salida de balón de un Murcia al que conoce bien

A pesar de la falta de dos de sus delanteros, Mario Simón decidió seguir apostando por el sistema que le permitió golear al Cornellá y al Real Unión de Irún de forma consecutiva. El entrenador manchego tiró de un 4-2-3-1, con Carrasco de '9' y Pedro León, Dani Vega y Arnau Ortiz por detrás, aunque la apuesta no le salió. El manchego, ante la falta de creatividad, buscó soluciones en el descanso sentando a un errático Aguza por Ganet, que dio más criterio al juego del equipo grana. Pero después Simón, y como ya pasara quince días antes ante el Baleares, decidió cambiar el dibujo para jugar, con la entrada de Iván Casado, con tres centrales y con solo un centrocampista. Pero el equipo grana no mejoró y Simón decidió minutos dar marcha atrás. En todo caso, el Real Murcia no acabó volcado sobre la portería alicantina en un choque en el que el entrenador grana perdió crédito y recibió sus primeros pitos del Enrique Roca en un tramo final de temporada al que el conjunto murciano llega con malas sensaciones.

Héctor Sandroni supo desactivar al Real Murcia desde la primera parte. De hecho, realizando una presión muy alta con sus futbolistas de ataque, consiguió que el equipo grana se atascara en la creación y no fuera él mismo. Justo lo que hizo el Baleares quince días antes en un choque calcado y que acabó con un resultado similar. Cabe recordar que el entrenador argentino del Intercity, que ha seguido al equipo grana durante toda la temporada y que ha comentado varios partidos de los murcianos para varios medios de comunicación, conocía a su rival a la perfección.

Arnau Ortiz, Iñigo Piña y Pablo Ganet fueron los tres únicos futbolistas del Real Murcia que acabaron el duelo con un aprobado. El primero fue el jugador grana más activo en ataque durante la primera parte, el único capaz de, con sus galopadas, cambiar el ritmo del choque. El segundo volvió a firmar un partido sobrio, mientras que la aparición del ecuatoguineano en la segunda mitad hizo albergar esperanzas a la afición murciana. Pero poco más: Joao Costa encajó un gol en el único diapro alicantino entre los tres palos, mientras que un error del central Alberto González propició el 0-1. Los laterales granas apenas subieron la banda y generaron centros al área, a la vez que el nivel de Julio Gracia y Aguza estuvo por debajo de lo esperado. A Dani Vega no le salió nada, igual que a carrasco, que notó la inactividad. Tampoco los cambios aportaron demasiado a un equipo que ayer suspendió.

La afición del Murcia demostró que está para los buenos momentos y también para los malos. Volvió a acudir en masa al Enrique Roca y apoyó en todo momento, a pesar de las malas sensaciones que transmitió ayer su equipo.