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La playa del Cura llena de bañistas en pleno verano, en una imagen de archivo. Eva Moya
Costas propone demoler del todo El Tintero y sustituirlo por un espigón para salvar la playa del Cura en Torrevieja

Costas propone demoler del todo El Tintero y sustituirlo por un espigón para salvar la playa del Cura en Torrevieja

El Ayuntamiento anuncia que alegará contra esta solución para que el nuevo dique a construir, valorado en 1,5 millones, se haga respetando el basamento del antiguo kiosco

Jueves, 20 de junio 2024, 15:27

El futuro del Tintero pasa por su total y absoluta desaparición. Actualmente reconvertido en mirador tras la demolición de su tradicional kiosco, la empresa encargada por Costas lo considera un estorbo para que la playa del Cura recupere toda la arena perdida en los últimos años. Así lo ratifica un estudio realizado por Ingemed, el cual, tras estudiar las dinámicas marinas entre el dique de Levante y Punta Margalla, propone como solución más idónea para frenar la regresión del Cura que tanto el propio basamento de hormigón de El Tintero como el espigón paralelo que cierra las piscinas artificiales, sean demolidos. En su lugar, se propone colocar en el extremo sur de la playa del Cura un espigón de nueva construcción. Una intervención que, en conjunto, valoran que tendría un presupuesto base estimado de 1.580.165,28 euros y un plazo de ejecución de seis meses.

El nuevo espigón, describe el estudio de ingeniería alicantino encargado por Costas, tendrá unos 75 metros de longitud y su objetivo, según los redactores, es proteger la playa de los temporales predominantes y de componente más dañino en este ámbito, es decir, los que vienen del este o de Levante. Con el objeto de reducir el impacto visual del nuevo espigón, se establece una cota de coronación o arranque de más de dos metros que descenderá progresivamente hasta la cota de un metro en su extremo.

Solución propuesta por Costas. Señala en verde el espigón junto a las piscinas artificiales como elemento a demoler junto al basamento de El Tintero. En rojo, la delimitación del nuevo espigón. Ingemed

Los redactores del informe, datado en mayo de este año, defienden que este nuevo dique no tendrá una afección medioambiental significativa ya que, con los trabajos, no se ocupa espacio en el que se desarrolle actualmente la pradera de poseidonia. Defienden que, con un nuevo aporte de arena y este espigón, se aumenta la estabilidad y se reduce la tasa de pérdida de sedimentos a largo plazo.

El retroceso de la orilla en la playa del Cura contrasta que la ganancia de espacio en las piscinas artificiales. Ingemed

Esto implica, según especifican los técnicos de Ingemed, la demolición del saliente artificial presente en la zona sur de la playa donde se ubicaba el antiguo kiosco y la retirada también del espigón que hay junto a la playa artificial. Tras terminar para siempre con El Tintero, se pondrá en el mismo lugar un muro de hormigón armado similar al que delimita todo el paseo Juan Aparicio.

Asimismo y en paralelo, se hará una aportación extraordinaria de arena para regenerar el Cura y devolverle un ancho de un máximo de 40 metros, similar al que tenía en 1995. Esas dimensiones, multiplicadas por los 460 metros de longitud del arenal, generarán, dicen los autores del estudio, una superficie de playa seca de 23.312 metros cuadrados.

Pérdida de arena en el Cura en los últimos años. Ingemed

Esta solución se adopta por parte de Ingemed tras descartar otras cuatro opciones previas. La primera consistía en hacer solo un aporte de arena extra de similares características a la existente. La segunda era hacer ese mismo aporte, pero con arena de mayor granulometría (más difícil de desplazar por el oleaje) La tercera era extender el espigón existente en Punta Margalla (junto a Las Columnas) en paralelo y con la misma orientación que el dique de Levante, en el puerto (dirección Noroeste-Suroeste) La cuarta era eliminar el actual espigón de Punta Margalla y sustituirlo por otro espigón de mayor longitud y que discurra mar adentro en la misma orientación que el dique de Levante. Todas esas alternativas han sido descartadas. Las últimas especialmente porque, pese a mantener a resguardo la playa de los temporales de Levante, tenían una afección directa sobre zonas pobladas por las praderas de poseidonia.

Respuesta municipal

El proyecto fue presentado la semana pasada al alcalde, Eduardo Dolón, por parte del Servicio Provincial de Costas, entidad dependiente a su vez del Ministerio para la Transición Ecológica. El regidor torrevejense ha avanzado este mismo jueves, a preguntas de los medios de comunicación, que el Ayuntamiento presentará una alegación. Entienden que la solución propuesta por Costas es compatible con preservar el actual mirador que existe sobre el antiguo kiosco de El Tintero. En este sentido, el alcalde ha indicado que, a su entender, el espigón nuevo puede partir o tener su arranque desde el mismo basamento de El Tintero, sin necesidad de demolerlo.

La solución de Costas pretende así ganar más espacio de playa por el lado de las piscinas artificiales sin tener en cuenta que bajo El Tintero se encuentra un lecho rocoso que difícilmente se va a poder cubrir con arena. De hecho, en esa parte del Cura ya asoma la piedra y los bañistas rehúyen de tender allí las toallas. El alcalde insiste en que desplazar el espigón apenas unos metros del lugar propuesto tendrá una mínima afección sobre el objetivo último del proyecto, que es preservar la arena de la playa del Cura al mismo tiempo que se conserva un elemento histórico de la ciudad.

En este sentido, Eduardo Dolón expresó que la voluntad del Ayuntamiento siempre ha sido conservar El Tintero como un elemento patrimonial de valor y recordó que ese mismo lugar era antaño empleado por los pescadores para tintar las artes de pesca. De ahí su nombre. Es por esto que espera que Costas tome en consideración su alegación, aunque el alcade no se mostró especialmente esperanzado de que eso finalmente suceda. Es más, dijo que desde Costas ya le han avanzado que no tienen intención alguna de modificar una coma su propuesta.

El ente estatal no requiere, de hecho, ningún tipo de autorización por parte del Ayuntamiento para realizar estas obras, al igual que tampoco lo requería para acabar con el antiguo kiosco, demolido por carecer de concesión administrativa vigente y tras un largo pleito judicial. Las zonas de actuación se sitúan plenamente dentro del dominio público marítimo-terrestre. En este sentido, la alegación del Ayuntamiento lo único que podría hacer es demorar el proceso y, con ello, prolongar la pérdida de arena en la playa.

Las causas de la regresión del Cura

El estudio, por otra parte, abunda bastante en las causas de la regresión de la playa del Cura. Indica que en toda la costa torrevejense al sur de Cabo Cervera tiene lugar una deriva neta de material en suspensión que circula de norte a sur procedente de la acción de los grandes oleajes sobre los arenales de Guardamar del Segura. Sin embargo, señalan que la aportación de esta corriente a la playa del Cura es escasa o nula. Consideran que tanto Punta Margalla como la punta del Salaret, en la playa de Los Locos, hacen de barrera natural a la llegada de sedimentos y a su acumulación en todo el litoral al norte del dique de Levante.

El informe indica también que los sedimentos de la playa del Cura han dependido históricamente de tres factores. El primero de ellos es la entrada de aportes continentales procedentes del torrente que desemboca en la playa. El segundo son pequeños aportes procedentes de fondos arenosos situados alrededor de Punta Margalla. El tercero es la acción erosiva y la pérdida de sedimentos causada por el oleaje. Estas tres fuentes, señalan los autores del estudio, se han visto ostensiblemente mermadas a partir de los años 80, cuando desaparecieron casi todos los aportes continentales de arena a la playa fruto de la urbanización de toda la cuenca vertiente. Es más, indican que la pérdida de arena se aceleró a razón de unos 700 metros cúbicos al año a partir de 1987. El informe, además, indica que la construcción del paseo marítimo también ha podido ser causa de cambios en el equilibrio del perfil de la playa. También que la masificación de bañistas en este arenal en concreto también favorece la pérdida de arena.

El estudio incluso toma un cierto tono alarmista al analizar las consecuencias de optar por una alternativa 0, o lo que es lo mismo, no hacer nada. Indican que la anchura máxima disponible del Cura en la parte central del paseo marítimo no supera ya los 15 metros durante la época estival y que el estudio de dinámica sedimentaria realizado pone de manifiesto que el retroceso medio anual de la playa es de aproximadamente medio metro al año. Con esto, concluyen, puede considerarse que, en caso de no tomar medida alguna de estabilización o regeneración, en un plazo de 20 años la playa habrá desaparecido casi por completo.

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