Borrar
Diego Conesa, Joaquín Segado, Francisco Álvarez, Juan José Liarte y María Marín. pablo sánchez / agm
Moción de censura, segundo asalto

Moción de censura, segundo asalto

La operación de PSOE y Cs marca el debate de los portavoces, aunque da la sensación de que el capítulo se acaba

David Gómez

Cartagena

Jueves, 1 de julio 2021, 01:14

La X Legislatura Autonómica se recordará por la moción de censura presentada por PSOE y Ciudadanos contra Fernando López Miras. Tanto por la sacudida que supuso en el tablero político como las consecuencias que su fracaso ha tenido para la gobernabilidad de la Región y las relaciones entre partidos. La segunda sesión del debate del Estado de la Región pareció por momentos una continuidad de las disputas de aquellos días de marzo. El recuerdo de la operación sobrevoló las intervenciones de los portavoces parlamentarios, que se intercambiaron reproches a cuenta de la misma y sacaron a relucir informaciones que se desconocían. Asimismo, cunde la sensación de que la mata ya no va a dar mucho más de sí y que en septiembre, cuando se reinicie el curso político, los partidos habrán cerrado este capítulo.

Cambio de paradigma

El debate de ayer, no obstante, fue menos bronco de lo que cabría de esperar por cómo está el ambiente en la Región en los últimos meses. El cambio de paradigma se personificó en la figura del secretario general del PSRM, Diego Conesa. El líder socialista modificó el registro y huyó esa imagen crispada ofrecida otras veces. Sin renunciar a la dura crítica al Gobierno regional, mostró un talante moderado, más acorde con el de alguien que aspira a presidir la Comunidad Autónoma dentro de dos años.

Fue el que dedicó menos tiempo a hablar de la moción de censura y del transfuguismo. Presentarla era su «obligación» como jefe de la oposición, más cuando contaba con 23 firmas, incluidas las de los diputados que se bajaron del barco. «¿Quién duda de la firma de una vicepresidenta?», se preguntó, mirando a Isabel Franco. Más crítico se mostró con la derogación de la limitación de mandatos, a su juicio «un retroceso democrático» que peleará por recuperar en el nuevo Estatuto durante su tramitación en el Congreso de los Diputados. Para eso, ofreció un pacto al PP, que no parece que esté por la labor.

Diego Conesa se mostró menos crispado que en anteriores intervenciones y ofreció un perfil más acorde con quien aspira a ser presidente

Acusó a López Miras de vivir «en una burbuja» y aportó indicadores negativos sobre la realidad regional. Afeó al presidente que no convoque el Pacto del Agua y garantizó que el Trasvase Tajo-Segura «no se va a cerrar». Le faltó concretar su alternativa, más allá de esos diez pactos que lleva proponiendo desde antes de las elecciones. Tendió la mano para acordar el reparto de los fondos europeos, aunque lamentó que estos se gestionarán «con el peor Gobierno posible».

¿Quién negoció con quién?

Quizás esperando a un Conesa más a la gresca, los portavoces de los grupos de PP, Cs y Vox iban listos para darle cera. Juan José Liarte reventó el debate al asegurar que el PSOE le puso «una alfombra roja», a él y sus dos diputados leales, para que apoyaran la moción de censura, abriéndoles la puerta del Ejecutivo de Martínez Vidal. «Nos ofrecieron más consejerías de las que podíamos asumir», afirmó Liarte. Los socialistas niegan que establecieran negociaciones con los expulsados de Vox en aquellos días de primavera. «La moción tenía precisamente el objetivo contrario: aislar a la ultraderecha», respondió Diego Conesa.

Joaquín Segado y Francisco Álvarez recogieron el guante de su socio de Vox e insistieron en ese presunto ofrecimiento del PSRM. El portavoz popular fue más allá y se refirió a la jugada ideada por los socialistas para evitar tanto las acusaciones de transfuguismo como de aliarse con la extrema derecha: que Liarte y sus fieles se integraran en Cs.

Segado y Álvarez no tuvieron piedad con el líder socialista, mofándose incluso del hecho de que el PSOE estuviera dispuesto a sacrificar a su secretario general en la Región con el fin de conquistar el gobierno de la Comunidad después de 26 años. «Diego Conesa pensaba que era un maestro del ajedrez político cuando no sabe ni jugar a la Oca», sentenció el portavoz del PP.

Liarte y Álvarez exhibieron su nuevo papel de socios del Ejecutivo regional, con cero críticas a la gestión de este y 'leña al mono' cuando se trataba de referirse al Gobierno de Pedro Sánchez. Al igual que Joaquín Segado.

El expulsado de Vox pidió que la Región lidere la defensa de la libertad educativa en España. Llamó la atención que fuera él, y no los líderes de la izquierda, el que sacara a relucir la Guerra Civil. Lo hizo para hablar de la situación en la que, aventura, quedará la agricultura de la Región si se cierra el Trasvase Tajo-Segura. Liarte contó la historia de unos milicianos republicanos que, en 1936, confiscaron una finca de viñedos de Tomás Ferro en La Palma (Cartagena). «Cuando se dieron cuenta de que para que estas produzcan había que trabajarlas, las arrancaron. En esa línea revolucionaria, Pedro Sánchez va a obligar a los agricultores a arrancar sus cultivos».

Álvarez se estrenaba en un gran debate y se notó. No tiene las tablas de los otros, aunque mejoraba cuando se saltaba el guion, sobre todo para atizar a Diego Conesa. Hizo propuestas interesantes, como mejorar la red de Cercanías, recuperar la línea ferroviaria con Andalucía y promover un pacto por la educación. Garantizó que el acuerdo de 2019, pese a que se haya incumplido con la renuncia a limitar los mandatos a ocho años, continuará vigente hasta 2023.

Liarte creó polémica al revelar la supuesta oferta que le hizo el PSRM para entrar en el Ejecutivo

El «dictador en potencia»

Pese a que en algunas intervenciones recientes Diego Conesa la ha rebasado por la izquierda, siempre se espera que la mayor dureza contra el Gobierno y el Partido Popular venga de María Marín, portavoz del Grupo Mixto. No decepcionó a su hinchada. «El señor López Miras es un dictador en potencia y un peligro para la democracia en esta Región», dijo desde la tribuna.

La portavoz morada puso en duda el plan de rescate a la hostelería, porque la convocatoria sigue sin publicarse en el BORM. Y justificó que si las empresas no se interesan por las ayudas estatales de 142 millones de euros es por culpa de la consejera Valle Miguélez, «cuyo único mérito es apuñalar a sus compañeros de partido por la espalda», que no se ocupa de publicitarlas.

Marín insistió en su propuesta de crear el parque regional del Mar Menor, lo que a su juicio permitiría crear «cientos de empleos verdes», y advirtió a López Miras que no se vanaglorie de su nueva mayoría absoluta en la Cámara y las buenas previsiones que le otorgan las encuestas: «Torres más altas han caído».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Moción de censura, segundo asalto