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Ante una gripe, covid o cualquier otra infección respiratoria propia de esta época, el consejo médico es claro: reposo, paracetamol para controlar la fiebre y ... limitación de contactos para evitar más contagios. Salvo que el paciente tenga una edad avanzada, factores de riesgo o sus síntomas se prolonguen o compliquen, lo mejor es quedarse en casa y esperar a que la enfermedad remita por sí sola en unos días. Pero los llamamientos que lanzan las sociedades médicas para un uso responsable de los servicios sanitarios chocan con la realidad de miles de trabajadores, que necesitan justificar ante su empresa su ausencia del puesto laboral. El resultado es un agravamiento del colapso que soportan los centros de salud y los servicios de Urgencias en momentos como el actual, con la epidemia gripal más intensa de los últimos años.
Por eso, los planes del Ministerio de Sanidad para permitir la «autojustificación» de las bajas de hasta tres días por enfermedad leve han sido bien recibidos. La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) lleva tiempo apostando por esta solución, que ya se aplica en Francia, Gran Bretaña, Alemania, Suecia y, recientemente, Portugal. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) cubre a partir del cuarto día de ausencia, por lo que para los tres primeros días no se necesita un parte médico de baja, recuerda Jesús Abenza, presidente de la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc). «Son las empresas y los trabajadores los que han de acordar por convenio cómo se han de gestionar esos tres días. En la actualidad, los médicos de familia hacemos muchas veces de notarios para las empresas», lamenta.
Quienes cuestionan la medida planteada por el Ministerio lo hacen temiendo que puedan darse situaciones fraudulentas. Pero Abenza recuerda que este tipo de procesos leves son muchas veces «difícilmente objetivables». En «una gastroenteritis o una lumbalgia» hay síntomas «que no se pueden medir» en la consulta, por lo que finalmente el facultativo firma el justificante porque «confía en el paciente», y con el objetivo de «no deteriorar la relación entre médico y paciente».
Pero, además, en momentos de colapso como este, con Primaria arrastrando más de una semana de demora en las citas, algunos trabajadores acuden a su médico «a toro pasado», cuando ya han desaparecido los síntomas que dieron lugar a la ausencia en el puesto de trabajo, advierte María José Campillo, presidenta del Sindicato Médico. En esos casos, la consulta se convierte en un mero trámite burocrático para la firma del justificante.
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La 'autobaja' «no es ningún disparate y no debería suponer ningún problema, siempre y cuando se establezca alguna limitación del número de días que a lo largo del año se pueden justificar de esta forma», propone Campillo. En realidad, ya se aplicó un sistema parecido durante la pandemia de covid.
Para Jesús Abenza, la medida ayudará a la «desburocratización» de las consultas, aunque debe ir acompañada de más iniciativas. «Para procesos cortos de 5 o 7 días, se debe poder emitir el parte de baja y alta en la misma consulta, sin necesidad de que el paciente tenga que venir dos veces», subraya. «Son medidas que tienen un impacto real en la carga de trabajo y permiten liberar huecos en la agenda para poder atender al resto de pacientes», concluye.
La presión asistencial por pacientes con gripe y otros cuadros leves que necesitan un justificante se traslada en momentos de alta saturación como este a los servicios de Urgencias. «Los pacientes vienen al trámite burocrático, ya que en su trabajo les piden un justificante o baja y en Primaria no encuentran cita, o les resulta más cómodo venir aquí. Esto contribuye a que la frecuentación sea mayor en los servicios de Urgencias», advierte Pascual Piñera, jefe de Urgencias del Hospital Reina Sofía y presidente de la Sociedad Murciana de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). La 'autobaja' «me parece práctica, en principio. Habrá que ajustar la parte legal y espero que sea bien usada por todos», puntualiza.
«En general, parece que hemos aprendido poco de la pandemia y siempre vamos por detrás de la enfermedad. Deberíamos establecer un plan definitivo con la participación de todos los niveles asistenciales que pudiéramos aplicar a nivel global, aunque adaptándolo a las peculiaridades de cada lugar», reflexiona.
La ministra de Sanidad, Mónica García, explicó ayer que su departamento ha iniciado conversaciones con los ministerios de Trabajo y Seguridad Social para la puesta en marcha de la denominada 'autobaja', una medida para la que todavía no hay fecha. Si el cambio se produjese, sería el propio trabajador con síntomas quien, sin necesidad de la intervención del médico, contactaría con su empresa para, mediante una «declaración responsable», comunicar su problema de salud y avisar de que no podrá ir a trabajar en tres días. La medida requeriría de un cambio legal, pues la actual regulación española de las incapacidades temporales exige en todo caso que sea autorizada por un médico y lo más parecido que existe es la baja y alta en un solo acto para incapacidades de hasta cuatro días.
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