Las máquinas tragaperras desaparecen de los bares de la Región de Murcia con 1.196 bajas en cinco años

Así lo constatan las cifras oficiales de la Agencia Tributaria de la Región de Murcia, organismo dependiente de la Consejería de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Transformación Digital. Entre 2019 y 2023 (último ejercicio en el que hay datos cerrados), un total de 1.196 bares, cafeterías y restaurantes de la Comunidad han causado baja como establecimientos autorizados para albergar en su interior máquinas recreativas con premio económico de tipo B, que es el nombre oficial de las popularmente conocidas como tragaperras.

Además, la cifra de autorizaciones revocadas ha ido en aumento con el paso de los años, ascendiendo a 538 bajas solo en el año 2023, mientras que en 2019 solo fueron 49. De esta forma, hay en la actualidad un total de 2.111 bares y restaurantes con permiso para instalar máquinas recreativas con premio, lo que supone que la reducción ha sido del 36% en un periodo de un lustro. La cifra de aparatos de este tipo, por su parte, suma 3.372.

Además, se da la circunstancia de que, según la normativa de la Comunidad, cuando un local da de baja una máquina en el padrón, el proceso es irreversible. Es decir, que no puede retomar la autorización más adelante, si así lo estima su propietario.

«Sí, la imagen de las máquinas tragaperras en los bares y restaurantes de la Región se está perdiendo», confirma a LA VERDAD José María Rubiales, presidente de la Asociación de Cafés, Bares y Afines, integrada en la Federación HoyTú. «Cada vez son menos, pero no solo pasa con las tragaperras, sino también con las máquinas de tabaco. Quienes todavía sean fumadores, se darán cuenta de que cada vez es más difícil comprar tabaco en un restaurante», afirma Rubiales.

El responsable de la asociación explica esta circunstancia por varios motivos. En primer lugar, «los hosteleros y restauradores buscamos la rentabilidad, y más rentable que tener una máquina recreativa es poder colocar una mesa en ese espacio que ocupaba». «Además, constituye un foco de problemas en cuanto a robos e incidencias en el local», apunta Rubiales, quien señala que la gente que quiere jugar ya va a los locales específicos de apuestas, que han proliferado en la Región desde hace unos años.

Fuentes de la Consejería de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Transformación Digital añaden que se está produciendo un descenso general en el número de máquinas de juego, no solo en las recreativas con premio, sino también en las de apuestas. Estas últimas solo pueden estar en salones específicos, y nunca en los negocios de hostelería, al contrario que en otras autonomías donde sí se permite. De esta forma, el número total de máquinas (B y C) en 2018 era de 7.099, mientras que bajó a 6.444 en la última actualización.

No obstante, este modelo de juego, aunque vaya en retroceso, constituye aún una jugosa fuente de ingresos económicos para las arcas de la Comunidad Autónoma. En el año 2023, la recaudación ascendió a más de 39,5 millones de euros. Así que la Agencia Tributaria de la Región ha expuesto al público recientemente el padrón provisional de máquinas recreativas y de azar, de tipo B y C correspondiente al ejercicio 2025, para que los interesados (titulares de las máquinas) puedan examinarlo y, en su caso, formular las alegaciones que estimen oportunas.

Dicho padrón está constituido por el censo de tragaperras y dispositivos de apuestas, autorizadas por la Consejería en años anteriores, identificadas por sus titulares. En él se establecen las cuotas exigibles a las mismas, a las cuales les corresponde un importe por año natural en función del número de jugadores que estas tengan.

Transcurrido el plazo de alegaciones y revisadas éstas, se procederá a generar por parte de la Agencia Tributaria las liquidaciones que se corresponden con las cuotas de cada una de las máquinas, fraccionándolas en 4 pagos trimestrales iguales.

Las empresas titulares podrán obtener las liquidaciones de los pagos fraccionados a través de la sede de la Comunidad, para lo que deberán acceder mediante certificado digital que acredite su identidad en su condición de titular de la explotación o, en su caso, representante de la persona jurídica titular de la misma.