

Secciones
Servicios
Destacamos
El juzgado mercantil número 2 de Murcia ha perdonado una deuda de 1.225.820 euros a un matrimonio murciano de empresarios al aplicar la Ley de la Segunda Oportunidad, pese a la oposición del banco. Con esta decisión, el juez exonera al hombre de las deudas, que ascendían a 644.903 euros, y hace lo propio con la mujer, cuya cantidad era de 580.917 euros.
La pareja, representada por el despacho Bergadà Asociados, llegó a esta complicada situación después de ver cómo sus cinco negocios de la hostelería se veían abocados al fracaso tras la crisis del 2008, explican fuentes del despacho. «Aún hoy en día el matrimonio no es capaz de asimilar la gran noticia de que se le ha perdonado las deudas que tenía», recalca la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Asociados, Marta Bergadà.
«Todavía seguimos asimilando esta buena noticia, la cual ha supuesto un alivio y un descanso», recalca el hombre. «Yo sigo estando mal anímicamente por lo sufrido, pero poco a poco lograré remontar. Me preocupaba no poder tener nada a mi nombre y que a mi mujer le hubieran embargado la nómina, pero ahora respiramos otra vez».
Desde el despacho ubicado en Agramunt (Lleida) explican que el matrimonio contaba con una dilatada experiencia en el sector, pero sufrió en primera persona la caída en picado de sus ingresos a causa de la crisis del año 2008. «Habíamos realizado una buena expansión, creciendo rápido en poco tiempo porque los negocios iban bien», recuerda el empresario. «Pero llegó un momento en que se produjo una pérdida de financiación y, por lo tanto, también de ingresos, lo que provocó que nuestra situación y la de la familia cambiara completamente».
Así, y pese a tener sus previsiones económicas controladas para sostener de forma rentable sus negocios antes de la crisis, remarcan desde el despacho, «la pareja no tuvo más remedio que echar mano de sus ahorros hasta que se quedó sin dinero». Por ello, se vio obligada a tener que solicitar varios créditos «para superar la crítica situación y con la esperanza de remontar económicamente », puntualiza Bergadà.
Durante un tiempo, añade la letrada, el matrimonio consiguió pactar con sus trabajadores y proveedores acuerdos de pagos y aplazamientos, «que con mucho esfuerzo logró cumplir, aunque con ello dejó de abonar las cuotas de la hipoteca de su vivienda, la cual fue ejecutada y subastada». Este fue un paso especialmente doloroso para el matrimonio. «El perder nuestra vivienda y que la persona que se la quedó nos hiciera la vida imposible para que nos fuéramos, pese a que por ley nos podíamos quedar porque somos familia numerosa, nos hundió anímicamente», explica el hombre.
Los alquileres de los locales no les fueron condonados por los arrendadores, por lo que la deuda se iba acumulando progresivamente y se vio obligado al cierre de sus cinco establecimientos. Más tarde, la familia se vio obligada a dejar su hogar. «Esto, junto a lo anteriormente explicado, provocó un desplome anímico y un gran sufrimiento a la familia, tanto físico como psicológico, llegando al extremo en el que la salud del esposo se vio tan deteriorada que sufrió un severo ictus», expone Bergadà.
Tras acogerse al procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad, el matrimonio solicitó el perdón de sus deudas. El magistrado del juzgado mercantil de Murcia dictó sentencia recientemente por la cual desestimaba la oposición formulada por el banco con la correspondiente condena en costas y accedió a la exoneración de las deudas del matrimonio.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.