La gripe frena su ascenso en la Región de Murcia con los hospitales todavía colapsados por el aluvión de pacientes

Yurena Reverte, médica del servicio de Urgencias del Hospital Reina Sofía, no recuerda unas guardias «tan horrorosas» como las que le ha tocado cubrir en las últimas semanas. «Estamos desbordados, con un montón de pacientes esperando a ser atendidos a los que tienes que dedicar el tiempo del que no dispones. Lo hacemos lo mejor que podemos», confiesa. La afluencia a Urgencias se ha disparado un 150% en este centro sanitario con respecto a inviernos anteriores, con días de récord como el pasado 26 de diciembre, cuando por aquí pasaron 415 enfermos.

Unos 35 pacientes permanecían este martes, a media mañana, pendientes de traslado a planta en el Reina Sofía, aún sin cama asignada por la falta de huecos disponibles. Las dos unidades de preingreso de que dispone el hospital, con una veintena de plazas, estaban prácticamente llenas, mientras otros 10 pacientes habían sido trasladados al área de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), habilitada como una tercera zona de preingreso. También la UCI estaba al 100%, lo que obligó a ocupar tres camas de Reanimación. Todo esto sin contar las derivaciones a centros concertados, que permiten evitar mayores atascos.

Con todo, la jornada de este martes no fue tan mala si se compara con otras vividas en el hospital en las últimas semanas. «Empezamos a ver una menor presión en Urgencias, y la tasa de positividad de gripe A en las pruebas PCR ha descendido», explica el director médico del área VII, Fernando de la Cierva. «Nos esperábamos otra semana muy mala, y lo cierto es que el lunes la afluencia fue más o menos normal», coincide Pascual Piñera, jefe del servicio de Urgencias.

El último informe de vigilancia epidemiológica de la Consejería de Salud recoge una estabilización de la epidemia gripal en la Región de Murcia. Durante la semana pasada, la incidencia disminuyó un 1,8%, lo que significa que tras el vertiginoso ascenso a lo largo de las Navidades se ha entrado en una fase de meseta. La tasa se sitúa en 265,2 casos de gripe por cada 100.000 habitantes. El resto de infecciones respiratorias experimentan mayores descensos: la incidencia de covid se reduce un 16,7%, mientras bronquitis y bronquiolitis caen un 19,6%. En total, las infecciones respiratorias agudas de todo tipo disminuyen un 16%.

Todos estos datos provienen del sistema 'centinela' de Atención Primaria, que monitoriza la evolución de los virus respiratorios mediante la realización de test diagnósticos de forma periódica en determinados centros de salud. Además de la incidencia, hay otros indicadores. Por ejemplo, el porcentaje de resultados positivos a gripe A en los test, que fue del 65% en la última semana de diciembre y se queda en el 45% en la primera de enero.

«Es posible que estemos superando el pico de la epidemia. Hay una tendencia a la estabilización en los ingresos y la frecuentación en Urgencias se ha reducido un poco en el hospital. No obstante, el hecho de que la semana pasada hubiera días festivos (el día 1) puede influir en los datos de incidencia», explica Enrique Bernal, jefe de Infecciosas del Reina Sofía.

En otros hospitales aún no se atisba la mejoría. «Estamos en la cresta de la ola tras las reuniones navideñas. Primaria y las urgencias extrahospitalarias están colapsadas, y nosotros también», advierte María del Mar Torrecillas, médica de Urgencias en La Arrixaca y presidenta de la delegación murciana de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). El lunes, La Arrixaca vivió una jornada de auténtica pesadilla para sus profesionales. «Fue una locura, llegamos a los 100 pacientes ingresados sin cama», resume Torrecillas. El servicio de Urgencias de La Arrixaca se ha ido ampliando sucesivamente a lo largo de los últimos años, pero las instalaciones se han visto de nuevo desbordadas, de forma que, un invierno más, los pasillos han vuelto a llenarse de camas.

Ante esta situación, La Arrixaca no solo está derivando a centros concertados, sino que esta semana ha enviado pacientes a otros hospitales públicos. En concreto, a Los Arcos, según confirmó Comisiones Obreras.

La Consejería de Salud insiste en que, pese a todo, se mantiene la actividad ordinaria en sus hospitales. «De momento no hemos tenido que suspender actividad quirúrgica, aunque cuando hay epidemias de este tipo suele ser necesario hacerlo durante algunos días», explica el director médico del área VII, Fernando de la Cierva.

Los pacientes y sus acompañantes tienen que armarse estos días de paciencia para ser atendidos. «En los servicios de Urgencias de Atención Primaria hay esperas de seis o siete horas, y en nuestro caso depende del triaje. La gente tiene que entender que hay que priorizar lo más grave ante una situación así. El sistema se nos colapsa porque además de casos urgentes nos llega gente con una tos o un resfriado de tres días», advierte la presidenta de SEMG-Murcia, María del Mar Torrecillas. «Falta educación sanitaria -coincide la médica del Reina Sofía Yurena Reverte-, pero también hay un problema con las listas de espera en Primaria. La gente busca una solución a su problema y termina en Urgencias. Al final es la pescadilla que se muerde la cola».

Diego Lizán, de 61 años, es uno de los pacientes que este martes llegaron a Urgencias del Reina Sofía empujados por la saturación de Primaria. «Yo quería que me viese mi médica de familia en El Infante, pero pedí cita el sábado, por un dolor intenso en la pierna derecha que no se va, y me dieron hueco para el miércoles 17. No puedo esperar tanto tiempo, porque temo que sea un 'trombo' o algo así. Ya he pasado por un infarto», relataba tras sentarse trabajosamente en la sala de espera, a la que llegó cojeando.

Diego es consciente de la saturación del sistema. «Es normal que haya esperas, es inevitable, pero tienen que ser aceptables», reflexiona.

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