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Enfadados y ninguneados. Así se sintieron los vecinos de quince pueblos como La Azohía, Playa Honda, Alumbres, Las Lomas del Albujón y San Ana ... cuando técnicos de la Consejería de Salud les anunciaron que sus consultorios médicos seguirán cerrados 'sine die'. Las estrecheces de las instalaciones y la imposibilidad de adecuarlas al protocolo antiCovid han provocado que quince centros médicos sigan cerrados mientras no haya tratamiento efectivo o vacuna. La Comunidad Autónoma insiste en que su prioridad es «la seguridad». Pero los vecinos no entienden qué criterios se han seguido para autorizar la reapertura de otros, como los de La Puebla y La Aparecida, que lo hicieron ayer sin apenas reformas.
Tras haber sido sometidos a inspecciones, técnicos de la Consejería y del Ayuntamiento decidieron que una quincena de ambulatorios no tienen condiciones estructurales para mantener las medidas de seguridad e higiene y que lo más conveniente es que los usuarios sigan siendo atendidos en sus centros de salud de referencia. Los afectados son: Las Lomas del Albujón, Santa Ana pueblo, Los Mateos, Vista Alegre, Alumbres, Playa Honda-Playa Paraíso, Islas Menores, Los Urrutias, Perín, La Azohía, Tallante, Los Puertos de Santa Bárbara, Cuesta Blanca, La Magdalena y San Isidro.
La situación para algunos de ellos es «incomprensible». La indignación y pesadumbre corre por las calles de Alumbres, con 2.800 vecinos, que para ser atendidos por su médico tendrán que recorrer cinco kilómetros hasta el centro de salud de Santa Lucía, en Cartagena.
«No entendemos nada. La única objeción que nos pusieron fue que la salida de emergencia no tenía rampa y pese a que les dijimos que nosotros correríamos con los gastos no quisieron», explicó el presidente de la Asociación de Vecinos, Juan Zapata.
La problemática que presenta esa población es que es mayoritariamente muy mayor, con proliferación de «dependientes y crónicos, que no tienen medios para desplazarse», añadió. Desde el colectivo vecinal solicitaron tanto al Ayuntamiento como a la Gerencia del Área de Salud II la apertura del consultorio, «aunque sea con servicios mínimos, para atender a los que más los necesitan, pero no han contestado», dijo Zapata.
En Playa Paraíso, Playa Honda y el camping Villas Caravaning el enfado también es monumental. La revisión de sus instalaciones, cuatro contenedores habilitados como consultorio, fue la semana pasada y «sin darnos más opciones nos dijeron que no lo abrirían», se quejó el presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Paraíso, José Antonio Moreno. Al igual que en Alumbres, se ofrecieron para costear los gastos que conllevaría adaptar el espacio al protocolo de lucha contra el coronavirus, «pero se negaron en rotundo». En este caso, propusieron adaptar otros dos módulos prefabricados, con tal de que haya médico en verano, cuando la población se multiplica.
Los que seguirán cerrados Las Lomas del Albujón, Santa Ana pueblo, Los Mateos, Vista Alegre, Alumbres, Playa Honda-Playa Paraíso, Islas Menores, Los Urrutias, Perín, La Azohía, Tallante, Los Puertos de Santa Bárbara, Cuesta Blanca, La Magdalena y San Isidro.
Los que han abierto El Albujón, La Aljorra, Miranda, Polígono de Santa Ana, La Palma, Los Belones, Canteras, Los Nietos, Cabo de Palos, La Puebla y La Aparecida.
Los que tienen que ser adaptados Llano del Beal y La Vaguada.
Obras Instalación de mamparas, apertura de puertas y ventanas y creación de dobles circuitos de acceso.
Ayer acabaron las inspecciones y anunciaron a los vecinos de Las Lomas del Albujón y a los de la zona oeste que tampoco abren los suyos. Estos últimos son los más perjudicados, dadas las deficiencias en cuanto a transporte público se refiere y la edad avanzada de su población. En Los Puertos de Santa Bárbara tienen idéntico sentir que en Tallante, Perín, Cuesta Blanca, La Magdalena y San Isidro. El presiente vecinal del primero de eso pueblos, Claudio Cañavate, cree que es una «mera excusa, porque todos los veranos nos reducen al máximo los horarios de atención médica para ahorrar en personal». Igual opinó Bartolomé Gimeno, de Perín.
La semana pasada se lo hicieron saber a los de Santa Ana pueblo, cuyo representante, Juan Diego Cánovas, escribió al Ayuntamiento pidiendo amparo, «puesto que nos es complicado, sobre todo a las personas mayores, trasladarnos a Miranda».
En los consultorios ya abiertos, la asistencia sanitaria ha sido reorganizada para garantizar la seguridad de profesionales y pacientes. Entre las medidas adoptadas están los dobles circuitos de acceso a las consultas y dobles equipos sanitarios, para la atención de enfermos con patologías respiratorias y los que presentan otros síntomas.
A esos requisitos hay que sumar otros, como el incremento del número de ventanas para mejorar la ventilación y el refuerzo de medidas de higiene, como nuevos lavabos, según fuentes de Salud. No obstante, una vez completados estos arreglos, los consultorios no abrirán hasta que el SMS no complete el estudio de personal necesario en todos ellos.
Una portavoz de la Gerencia del Área de Salud insistió en que «sin condiciones seguras, los consultorios no puede abrir». Y añadió que se «está haciendo todo lo posible para reabrirlos, pero no se puede poner a la población en riesgo». Además, argumentó que es complicado saber «en qué situación nos vamos a encontrar ni tan siquiera dentro de unos pocos días» y que por eso «la prioridad tiene que ser preservar la seguridad de todos».
Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena, Leandro Sánchez, mantener los consultorios cerrados es «simplemente una estrategia para seguir haciendo recortes». Sostiene que debería ser todo lo contrario: «Es el momento de apostar por la sanidad pública y por la Atención Primaria».
Sánchez es consciente del malestar de los vecinos afectados, por eso ha solicitado mantener una reunión con el gerente del área de salud, José Sedes, «para conocer qué argumentos ofrecen y exigirle que los abra cuanto antes por el bien de los residentes». También aclaró que, aunque es consciente del trabajo realizado por el Ayuntamiento, pedirá al Gobierno local «que presione lo suficiente para que estos servicios funcionen en el menor tiempo posible».
Los vecinos también denunciaron ayer la dejadez en algunos centros de salud a la hora de atender a los pacientes, sobre todo los que llaman por teléfono pidiendo citas. Critican que los trabajadores, en muchas ocasiones recomiendan a los usuarios no ir al centro de salud si no es por algo muy grave. Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena creen que se trata de persuadir a los usuarios para que no haya afluencia de personas en los centros médicos, cuando apenas hay incidencias en los mismos de casos de coronavirus. También denuncian que en muchas ocasiones no cogen el teléfono y que de esta forma se está desatendiendo a enfermos con síntomas ajenos a los del coronavirus. Desde el colectivo vecinal, su presidente, Leandro Sánchez, apuesta por volver a la normalidad cuanto antes extremando la seguridad. Ve necesario incrementar servicios en Atención Primaria y las plantillas para estar a la par con el resto de áreas de salud.
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