Al lío, disfrute en Cala Reona
Las cosas por su nombre ·
Secciones
Servicios
Destacamos
Las cosas por su nombre ·
TOMÁS MARTÍNEZ PAGÁN
Domingo, 28 de agosto 2022, 09:16
En una agradable tertulia con mi amigo Amalio, recién llegado de Madrid, él, que comparte vacaciones entre Ibiza y La Manga, nos comentaba en la ... terraza del Hotel Galúa, su paradero habitual cuando recala por nuestra costa, sus últimas experiencias en Ibiza, sobre todo en gastronomía y chiringuitos en este verano de regreso a la total normalidad. Empezó por detallarnos el lugar de moda de famosos en la isla, el famoso chiringuito Lío, paso obligado en la Isla Blanca para pulsar lo último en moda y novedades. 'Lío Ibiza' es una atractiva y sensual interpretación moderna de un espectáculo Cabaret, en el que no solo intervienen los cantantes, bailarines y artistas, sino también los camareros, que interpretan algunas viñetas. Crean así una nueva forma de interacción, que asegura una atmósfera cautivadora donde, inevitablemente, todo el mundo se levanta a bailar.
Pero Amalio hacía hincapié en los sabores y aromas mediterráneos de su cocina. Cada plato se convierte en una obra de arte para provocar emociones, pero con unos precios distintos a lo habitual, como un steak tartar a 75 euros, una pasta trufada a 85 euros y un lomo de wagyu a 175 euros. En vinos, un Belondrade y Lurton y un Rueda Magnum, en carta 280 euros; pero claro, acompaña todo para alcanzar estos precios.
Y como a este empresario del sector industrial le encanta la buena mesa, le propuse conocer el Chiringuito 'Al lío', en esta ocasión en nuestra costa. Es propiedad de mis amigos Libo y Fran, donde la cocina es de un nivel máximo y el ambiente, por su entorno natural en Cala Reona, es único. Con una exquisita clientela, es el eje gastronómico de este verano en nuestra costa y continuará abierto hasta diciembre.
Cala Reona es una playa de pequeñas dimensiones, con arena y roca. Dispone de un baño encantador, recogido del oleaje, y tiene de todo: su buen baño refrescante, ambiente respetuoso, senderismo y pesca, buceo, ya que se conserva toda la naturaleza virgen e intacta. Pero no todo es la cala. En esta zona se encuentra uno de los fondos marinos más importantes del Mediterráneo, que se pueden descubrir buceando. Se puede hacer una ruta que lleva hasta el paraíso del Parque Natural de Calblanque, hasta Cala Dorada, para regresar por un plácido sendero atravesando acantilados. Un disfrute único y natural.
Amalio se permitió invitar a su buen amigo Octavio, otro madrileño, todo un señor de las relaciones de máximo nivel, asiduo del palco del Bernabéu y de los saraos de la élite en la capital de esta España, todavía unida. Octavio tiene una cualidad que adorna a los seres humanos, que se convierte en virtud con el uso prolongado, continuado y permanente: el Señorío. Esmerarse en adquirirla debería ser la pauta de conducta del ser humano.
En algunos seres es innato, puede decirse que es un don. Hay quienes nacen con el don del señorío. Les ha sido dado como a otros el don de cantar, pintar o componer. Otros han de adquirirlo, aprehenderlo, conquistarlo por la vía de la educación. Otros, la inmensa mayoría, no lo adquirirán nunca. Señorío es honrar, respetar e incluso reverenciar a las personas con las que se trata, considerando que el honor, respeto y reverencia se deben al ser humano por el simple hecho de serlo; es decir, la dignidad que merece el ser humano con independencia de su posición, capacidad, edad, sexo, raza, religión, educación y cultura y, por extensión, aunque sea difícil de admitir, incluso su conducta.
Amalio no pudo evitar estar a escasos quince metros de las olas que acariciaban la orilla y contarnos una experiencia sobre unos pescadores. Poco después de lanzar las redes al agua, la barca empezó a tambalearse y los hombres se pusieron a gritar y a saltar pensando que las redes estaban llenas de peces, pero resultó que solo había una gran cantidad de piedras, provocándose una gran desilusión. «¡Ya es suficiente!», dijo el pescador más anciano. «A la vista está que deberíamos haber esperado un poco antes de celebrar una gran pesca que no fue tal. Esto puede servirnos de lección, pues de la misma manera que hay momentos de gran alegría en la vida, debemos aprender a tolerar que también tengamos tiempos de desaliento». En la vida, a los buenos tiempos les suceden otros malos y viceversa; y es mejor estar preparados para estos cambios inesperados.
Ya a la mesa y con los primeros sorbos de un Mar de Frades, fresquito, de nuestra cartagenera empresa Zamora Company, los dos propietarios vinieron a saludar a mis dos invitados. Francisco Trigo es el responsable de los fogones y tiene experiencia muy amplia, después de haber pasado por Hyatt, Gran Casino de Madrid, Casa del Reloj y, en los últimos tiempos, Verano Azul y Macondo. Con un gran dominio de la plancha y producto fresco realiza maravillas sobre el plato.
En las relaciones públicas destaca el cartagenero del barrio de Los Dolores Liborio Saura. Es yerno de un grande de la hostelería cartagenera, Ramón Hernández, del Mesón Los Caballos, el gran maestro de Libo. Este joven empresario hostelero fundó, entre otros locales, Qué Cañas y Bondi Beach. Y fue gerente del gran proyecto Magia Beach, en la Veneziola.
En esta nueva etapa, junto con Fran, rodeado de un extraordinario equipo de profesionales, creó Lío, un chiringuito donde mis amigos se quedaron sorprendidos de todo: su área canina, aseos amplios, limpios y completos de todo lo necesario, orden en terraza y zona de mesas y, por supuesto, un mostrador de productos imponente, por la calidad y cantidad de su contenido.
A diario, siempre te encuentras con algún 'influencer' de internet, como Susana Bicho, con más de un millón de seguidores en la redes sociales, o el cantante Xuso Jones... Nos dejamos aconsejar por Libo y empezamos con un aperitivo de ortiguillas gallegas con salsa tártara y un nuevo albariño, un Finca Monte Veigas de 2017, un vinazo. Continuamos unas escupiñas, coquinas de Huelva, quisquilla y virrey, también conocido como alfonsino. Es un pescado semigraso que vive a partir de los doscientos metros de profundidad, de color rojo muy intenso y de carne fina blanca de sabor amariscado. Fue regado con un Ramón Bilbao 43, Reserva Original, un vino singular. El postre no pudo ser más cartagenero. Dos melones: un Jimbee Tropical, de pulpa jugosa y refrescante, y otro Jimbee Okashi, tradicional de nuestro campo tipo Galia, con influencias de las costumbres orientales, que el grupo Jiménez Bosque elabora en nuestros campos cartageneros. Terminamos con un pacharán Berezko, único en calidad.
Y ya terminando agosto, les dejo con este pensamiento: «La vida es como un restaurante. Nadie se va sin pagar».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Especiales
Así se desbocó el urbanismo en La Manga
Fernando López Hernández
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.