Un equipo correcto compite mejor, pero suma su derrota más dura

Los menos de cuatro mil espectadores que acudieron ayer al estadio Cartagonova agradecieron con aplausos una primera parte aceptable del equipo. Los albinegros jugaron menos atenazados, con más soltura, libertad de movimientos y fluidez. El Cartagena cumplió con unos parámetros básicos en cuanto a presión, intensidad y claridad de ideas para acercarse al área local, pasar menos apuros (a excepción de la doble intervención de Pablo Cuñat en el minuto 40) y de alguna manera sentirse algo más protagonistas que en otras ocasiones. Con poco los aficionados agradecieron el esfuerzo, hubo momentos de cánticos animando a los futbolistas y una calurosa despedida en el camino a los vestuarios. Lo hicieron muy bien Nacho Martínez, Ndiaye y Rafa Núñez, aunque los que rozaron el gol fueron Escriche y Álex Millán.

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Un desenlace cruel para un Cartagena sin vida

La derrota número 20 en 27 jornadas deja al Cartagena sin al menos el premio de un punto que mereció sumar. El equipo compitió, ofreció un nivel aceptable a grandes rasgos ante un Málaga que no conocía la victoria en 2025 y firmó grandes tramos de juego. Óscar Clemente desaprovechó un regalo de la defensa visitante y Luna remató por encima del larguero un centro perfectamente medido de Julián Delmás.

Sin embargo, el Cartagena sumó una nueva derrota en un tramo final marcado por la polémica. Todo el mundo pidió un penalti por agarrón a El Jebari, en la última jugada del partido. Ni el árbitro ni el VAR vieron nada y la jugada terminó en el gol del recién ingresado Baturina. En medio del caos Musto le cantó las cuarenta al línea y fue expulsado por roja directa.

El Cartagena es el peor equipo de la categoría, necesita sumar prácticamente el 75% de los puntos que quedan en juego para salvarse. Sin embargo, el entrenador Guillermo Fernández Romo terminó por momentos con una línea defensiva de cinco hombres donde por momentos el lateral diestro Julián Delmás quedó incrustado como central. En ese movimiento de piezas, cambios y sustituciones llamó la atención la enésima ausencia de Ortuño en el terreno de juego.

Con 0-0 en el marcador, Gastón Valles lesionado y Álex Millán fundido, el delantero yeclano (uno de los capitanes y máximos goleador en el pasado) ni siquiera salió a calentar. El entrenador optó por introducir en punta a los recién llegados El Jebari y Daniel Luna en lugar de un Ortuño que salió del terreno de juego ya impasible.

El Cartagonova registró una de las peores entradas en años. Fruto de la indignación, la frustración y la indiferencia, la afición albinegra ha abandonado las gradas y se vivió una tarde absolutamente surrealista donde los jugadores locales fueron silbados en el calentamiento por los fervosos 900 visitantes; la mascota 'Suru' animó hacia asientos vacíos y en el palco el club quedó representado otra vez por el concejal de Deportes José Martínez y por la edil de Política Social, Igualdad y Familia: Cristina Mora. Mariano Belmonte se asomó un momento por el vomitorio.