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Daniel Innerarity, en un hotel de Madrid. Virginia Carrasco
«Muchas equivocaciones surgen de la prisa y la agitación improductiva»

Daniel Innerarity

Filósofo
«Muchas equivocaciones surgen de la prisa y la agitación improductiva»

El catedrático de Filosofía Política no cree que las urnas puedan ser reemplazadas por dispositivos que midan los deseos ciudadanos

Lunes, 7 de abril 2025, 00:18

Daniel Innerarity (Bilbao, 1959) no se deja arrastrar por el sentimiento agorero que ve en la inteligencia artificial el catalizador de un sinfín de males, como el reemplazo masivo de los hombres por las máquinas. En su último libro, 'Una teoría crítica de la inteligencia artificial' (Galaxia Gutenberg), con el que el filósofo ganó el Premio de Ensayo Eugenio Trías, no cree que las urnas sean sustituidas por el algoritmo. Por ahora, dice, la tecnología detecta más las apetencias de los consumidores que los anhelos ciudadanos. Y a los dispositivos digitales se les escapa la tarea de armonizar preferencias e intereses, que es también un objetivo de la democracia.

–No se muestra especialmente catastrofista en cuanto a las consecuencias de la IA.

–No concibo la tecnología como algo que predetermine lo que sucederá. Desde luego, condiciona nuestras vidas, pero eso no implica darle un único uso. Un claro ejemplo es cómo la tecnología significa cosas completamente distintas para un chino, un estadounidense o un europeo.

–La digitalización ha espoleado la crisis del periodismo. ¿Le preocupa ese descrédito?

–La crisis del periodismo tradicional es preocupante, pero no irremediable. Hay un periodismo fácilmente reemplazable, como el que se limita a transmitir opiniones sin análisis. Sin embargo, el periodismo de opinión y de investigación sigue siendo esencial en la sociedad. Personalmente, admiro este tipo de periodismo y considero que es clave para orientarnos en el complejo ecosistema informativo actual.

–¿Son la deliberación y el análisis pausado un antídoto contra el error?

–Muchas equivocaciones, tanto individuales como colectivas, surgen de la prisa y la agitación improductiva. Necesitamos mecanismos e instituciones que fomenten la reflexión si queremos evitar estos errores.

–La inteligencia artificial parece que se tiene que parecer a la humana, pero no es así.

–Un ejemplo ilustrativo es el de la aviación. Durante mucho tiempo, los humanos insistieron en que, para volar, era necesario imitar a las aves, lo que dio lugar a inventos como los famosos diseños de Leonardo da Vinci. Esta línea de pensamiento continuó hasta que los hermanos Wright optaron por estudiar la aerodinámica y descubrieron que los aviones podían ser pesados y no necesitaban mover las alas para volar. De manera similar, considero que la inteligencia artificial debería enfocarse en explorar ámbitos de compatibilidad con los humanos, en lugar de intentar replicar nuestras habilidades.

–Quiere decir que las máquinas no tienen por qué tener emociones.

–Existe una aspiración de que las máquinas desarrollen autoconciencia o sentimientos, pero podría ser beneficioso que en nuestro sistema de toma de decisiones participaran máquinas que carezcan de ellos. No tener sentimientos puede ser una ventaja para tomar ciertas determinaciones, y el hecho de no tener cuerpo, por ejemplo, implica que no te cansas.

–Donald Trump se ha rodeado de grandes empresarios de la tecnología que abogan por una desregulación aún mayor. El porvenir no parece muy alentador.

–Ahora la gran confrontación se produce entre el solucionismo tecnológico, que entiende que la democracia –es decir, los procedimientos, la intervención del Estado y los debates– es una rémora, y quienes pensamos todavía que los graves problemas del mundo tienen solución dentro del espacio de los valores democráticos.

Socio de Musk

–Uno de los cerebros de esa operación es Peter Thiel, fundador de PayPal con Elon Musk.

–Sí. él cree que cuestiones como el cambio climático, la estabilidad financiera, el crecimiento económico o el desarrollo de la tecnología no tienen solución en el marco democrático. De ahí deriva la motosierra, una reforma drástica de la Administración que hace del Estado un sinónimo de ineptitud. Eso genera consecuencias graves, porque pretender ahorrar el tiempo que necesita la democracia en debates e inclusión implica desentenderse completamente del impacto que sus decisiones tienen sobre ciertos grupos de población o sobre el medioambiente.

–¿Y la IA y la digitalización favorecerán una democracia digital?

–Se han propuesto varias ideas sobre lo que podría denominarse democracia de los datos. Es decir, en lugar de urnas, un gran dispositivo digital registraría nuestro comportamiento en tiempo real, a través del consumo, la movilidad y lo que expresamos en redes sociales, para actualizar sistemáticamente nuestras preferencias e intereses. El primer problema es que el «yo» reflejado en nuestras huellas digitales se asemeja más al de un consumidor que al de un ciudadano. Y, en segundo lugar, la democracia no es satisfacer las demandas de la gente, sino generar un espacio de discusión en el que ponderar nuestras preferencias y su compatibilidad con las de otros. Y eso a la máquina se le escapa.

–Con la IA todo el mundo tiene miedo a quedarse en paro.

–Es importante diferenciar entre la sustitución de tareas y la eliminación de puestos de trabajo. Evidentemente, durante esta transición surgirán cuestiones de justicia y desigualdades que deberán corregirse. Algunas personas enfrentarán dificultades para adaptarse al nuevo entorno, por lo que será necesario protegerlas. No obstante, la idea de un gran reemplazo tecnológico resulta poco realista.

–Es una teoría que gana adeptos.

–No creo ni en el reemplazo tecnológico ni en el reemplazo étnico, tesis esta última que promueven sectores de extrema derecha, por ejemplo, en Francia. La idea de que una civilización será sustituida por otra no se sostiene por múltiples razones. Una de ellas es que los humanos poseemos un tipo de inteligencia diferente a la de las máquinas. Esto sugiere que debemos pensar en términos de hibridación y complementariedad, en lugar de sustitución.

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