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Se acerca el verano y hay que ponerse en forma. Por eso muchos murcianos nos lanzamos a las calles para practicar deporte como si no ... hubiera un mañana. Algunos lo hacemos sin estar preparados físicamente... y nos lesionamos. Conocedoras de esa situación hay empresas que multiplican en esta época los anuncios en televisión de complementos alimenticios que prometen mejorar nuestros huesos, cartílagos, etc. ¿Cuál es su ingrediente estrella? Sin duda alguna, el colágeno.
Esta molécula es una proteína que supone más del 25 por ciento del total de las que componen el organismo. Su principal función es aportar resistencia y flexibilidad a articulaciones, huesos, piel, músculos y tendones. Cuando el colágeno se degrada aparecen patologías como tendinitis, artrosis o condromalacias y mucha gente acude a parafarmacias, herboristerías y establecimientos similares para intentar solucionar estos problemas. Allí hay infinidad de complementos alimenticios ricos en esta proteína.
Antes de comprar esos productos deberíamos preguntarnos si tienen alguna efectividad. La respuesta nos la da la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, el máximo organismo europeo en materia de alimentación. Según los informes emitidos por su Panel de Expertos en Nutrición, Alergias y Dietéticos no existe relación causa/efecto entre el consumo de colágeno y el mantenimiento de las articulaciones. Por ello está absolutamente prohibido, según la legislación europea, que en la publicidad de cualquier producto aparezca alguna healthclaim (alegación saludable) que relacione nuestras articulaciones con el colágeno.
Es muy posible que ustedes hayan puesto cara de sorpresa al leer lo que les he contado... y es normal que se extrañen ya que en muchos establecimientos se venden polvos, pastillas o comprimidos destinados a mejorar nuestras articulaciones donde el colágeno es el ingrediente estrella. ¿Dónde está el truco? En una «curiosa» estrategia de marketing que emplean muchas empresas que venden los famosos suplementos de esta proteína.
Según la absurda (pero vigente) legislación los suplementos alimenticios pueden publicitar determinadas alegaciones saludables relacionadas con los huesos, la piel, los músculos, etc. si añaden al producto una pequeña cantidad de algunos micronutrientes, como es el caso de la vitamina C o el magnesio. Solamente si esos micronutrientes (u otros similares) están presente en la composición del suplemento se puede poner en su etiqueta alguna frase asociada a la salud articular. Esa es la verdadera razón por la que en los suplementos de colágeno siempre hay una vitamina o mineral acompañándolo.
¿Estoy diciendo que sin la presencia de colágeno esos complementos podrían seguir anunciando que ayudan a nuestros huesos o articulaciones siempre y cuando llevaran vitamina C o magnesio? Exacto. ¿Y por qué se le adiciona colágeno? En mi opinión porque pagar los más de treinta euros que valen algunos de estos complementos por un producto que solo lleve vitamina C o magnesio no convencería al consumidor.
Una vez aclarado que el papel del colágeno es meramente decorativo según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, llega la hora de hacernos la siguiente pregunta. ¿Es necesario que nos suplementemos con vitamina C o magnesio, los dos micronutrientes que sí han demostrado efectividad sobre la salud articular?
Las encuestas nacionales de ingesta dietética muestran como los españoles ingerimos entre un 200% y un 300% más de la vitamina C necesaria, por lo que consumir complementos por la presencia de este micronutriente no tiene sentido. Además, la vitamina C la tenemos en infinidad de productos de la alimentación tradicional. Ejemplos son los cítricos, fresas, verduras, hortalizas, etc.
¿Y en el caso del magnesio? Para preparar este artículo he visitado varias superficies comerciales que venden complementos ricos en colágeno y magnesio. Como podía imaginar contienenexactamente 56.30 miligramos de magnesio por cada 100 gramos de producto, es decir, el 15% de la cantidad diaria recomendada de este mineral. ¿Por qué lo imaginaba? Porque ese es exactamente el porcentaje mínimo de magnesio que exige la ley que debe llevar un suplemento para poder publicitar que contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales o que ayuda al funcionamiento normal de los músculos o a reducir el cansancio y la fatiga. Si la cantidad de magnesio fuese menor a esos 56.30 miligramos por cada 100 gramos de productono podría publicitar nada.
¿Y necesita nuestro organismo suplementarse con esos 56.30 mg de magnesio o estamos en el mismo caso que la vitamina C? Ni una cosa ni la otra. La ingesta de este mineral por parte de la población española está por encima del límite inferior establecido por la UE para el magnesio... pero no estamos para tirar cohetes. No es el mismo caso descrito para la vitamina C donde vamos sobrados. Además, hay que tener en cuenta que, aunque casi todas las dietas contienen una cantidad adecuada de magnesio, en ciertas circunstancias como diarrea y vómitos prolongados, síndrome de mal absorción, ayuno, alcoholismo y otras condiciones hay pérdidas excesivas de magnesio corporal. Tales pérdidas pueden llevar en casos extremos a debilidad y, en ocasiones, a convulsiones y calambres musculares. Por tanto, no se puede descuidar la ingesta de este mineral.
La última pregunta que debemos hacernos es... ¿podemos encontrar magnesio en la alimentación tradicional o debemos recurrir a los complementos alimenticios? Si queremos aumentar nuestros niveles de magnesio hay alternativas mucho más interesantes nutricionalmente que un complemento alimenticio enriquecido en magnesioy, además, mucho más económicas. Algunas de ellas son el cacao, la soja, los cereales integrales... pero si tuviese que elegir solo una me decantaríapor los frutos secos y, concretamente, por las nueces. Estos productos tienen un perfil nutricional espectacular, aportando una gran cantidad no solo de magnesio sino también de ácidos grasos mono y poliinsaturados, destacando sobre todo en su cantidad de ácidos grasos Omega-3 y su mayor ratio Omega-3/Omega-6. Eso sí, no llevan colágeno... ni falta que les hace.
Les dejo que es mi hora de correr, pero antes permítanme un consejo. Olvídense del colágeno y de los suplementos para las articulaciones. Si tienen problemas con su salud ósea tomen un puñado de nueces y acudan a un verdadero especialista. Él sabrá cómo ayudarles.
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