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Intento escribir una columna fresca propia del verano, pero la realidad no me permite ni un resquicio de frivolidad. Mientras escribo estas líneas, miles de peces aparecen muertos a orillas del Mar Menor debido a la falta de oxígeno producida por los vertidos de nitratos ... procedentes de la agricultura intensiva que siguen llegando a diario. Un desastre ecológico que se lleva avisando por los expertos desde hace años, ante la inacción y la desidia de todos los agentes sociales. Y mira que ser de esta región te provee de la paciencia suficiente para sobrellevar, como una buenamente puede, la fatiga de tantos temas eternamente irresueltos.

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