Secciones
Servicios
Destacamos
Messi se va del Barcelona. De niño, los días libres de la Masía le encantaba comer con su familia. A Messi le gustaba mucho que su padre lo llevara al Telepizza, pero lo que más le gustaba, por encima de todas las masas, hamburguesas o ... perritos calientes, eran los restaurantes chinos. Nada lo excitaba como un buen pan de gambas o una suculenta salsa agridulce. Conocía cada pequeño establecimiento del barrio Gótico donde campara a sus anchas el glutamato y podía recitar de carrerilla de mayor a menor puntuación culinaria los pollos con almendra desde la estatua de Colón hasta Horta-Guinardó. Messi era balón y palillos. Messi ahora se va del Barcelona. La noticia ya no es nueva. Messi, que jugaba en su habitación a ponerse las calcetas blaugranas atadas en la frente a modo de cocinero nipón, mezclaba culturas y sabores chinos, japoneses, tailandeses en una imaginación frenética llena de matices delicados y sopas algo picantes. Mirando el techo, ensimismado entre el bullicio de sus compañeros adolescentes, Messi repasaba por grosor primero, y por preferencia después las distintas pastas, desde el fideo fino de arroz hasta el udon jugoso, pasando por los tallarines. Imaginaba cómo se amasaría un buen pan bao y la finura de la cobertura de un dumpling lo embelesaba durante horas. Messi deja ahora el fútbol para montar un restaurante chino en Gracia. Apenas caben unos 60 comensales. Tiene menú diario hasta el sábado. Siempre sale a saludar a los clientes que lo piden. Agradece con la mirada la asistencia de la gente como le agradecía al Camp Nou los aplausos. Messi es muy feliz. Hay largas colas delante de su establecimiento. Se ata fuerte el pañuelo a la frente y tras una cortina de anchas bandas desaparece en su cocina, entre el humo de sus fogones, para vivir su vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.