¿Le gusta su trabajo?

Leo, igualmente, que la generación X, al contrario que las anteriores, da más importancia al tiempo que al dinero. Las jornadas se han atijerado y en Europa, por ejemplo, se trabaja 1.500 horas al año de media frente a las 1.800 de EE UU, pero no es bastante: queremos currar menos. Y es que el trabajo está muy bien, sí, pero el ocio importa. Así que lo que dice Elon Musk de que trabajar a muerte, 100 horas a la semana mejor que 80, aumenta tus probabilidades de éxito, está muy bien, pero mejor lo dejamos para otros. Me recuerda a Antonio Gala cuando Quintero le preguntó si creía en el amor eterno: «Sí, por supuesto», dijo Gala, «pero en el de otros, no en el mío».

Y creo que fue Bill Gates quien dijo que no se había tomado un solo día libre en veinte años o algo así. Aquí, solo de oírlo nos entran ganas de gritar la frase más oriunda de cuantas hay: «Este tío es gilipollas».

Al parecer, de los yanquis hemos importado el amor por la hamburguesa y el gusto por el 'show', esa manía de 'espectacularizar' los actos de masas, pero el amor por el trabajo sigue sin cruzar el charco, que aquí estamos hechos de otra pasta. Como dice un poema del gran Manuel Alcántara que a Antonio Banderas le gusta recitar: «A la sombra de una barca me quiero tumbar un día; echarme todo a la espalda y soñar con la alegría». Así somos.