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Naufragar o llegar. Las islas y el drama humanitario. Sobre esta cuestión con tanto trasfondo y tanto calado hablará hoy en La Mar de Letras, ... el ciclo literario de La Mar de Músicas de Cartagena, la reportera italiana afincada en España Mariangela Paone, autora de 'Rezwana. Un expediente europeo' (Libros del K.O., 2023). Una historia increíble, enseguida descubriremos por qué. Será en un acto, a las 12.30 horas, en la sala de exposiciones del Museo del Teatro Romano de Cartagena, en una sesión conducida por la escritora de novelas 'hard-boiled' y crítica literaria Ana Ballabriga.
Rezwana Sekandari fue una niña joven afgana que sobrevivió a un dramático naufragio frente a las costas de Lesbos, en el que perdió a todos los miembros directos de su familia: «¿Por qué? ¿Por qué yo estoy viva y ellos no? ¿Qué podría haber hecho para salvar al menos a uno de ellos? ¿Por qué tenían que morir así? ¿Por qué tuvieron que morir aquí?», se preguntará ya para siempre. Cuenta Paone a LA VERDAD, en conversación telefónica previa a su llegada a Cartagena, «que hay historias en nuestro oficio que a veces te agarran y no te sueltan». Paone empezó a escribir sobre Rezwana en 2015, cuando sucedió el naufragio [28 de octubre de 2015], que la reportera narró en ese momento a partir del relato que le hicieron los voluntarios que la asistieron y estuvieron con ella en las primeras horas posteriores a esta tragedia.
Este jueves a las 12.30 horas en la sala de exposiciones del Museo del Teatro Romano de Cartagena Entrada libre
«Aquello se me quedó ahí, incrustado en la cabeza. No solo cuando era el aniversario, de vez en cuando preguntaba por ella». Era solo una niña de 13 años. Rezwana fue trasladada a Grecia, y consiguió llegar a Suecia, el sueño de su padre. «Después me entero de que al cumplir los 18 años, cinco años después de haber contado yo por primera vez su historia, la devuelven a Grecia, que era el primer país de acogida, digamos, por una aplicación ciega de las leyes europeas. Dejaba un país donde ella, mientras tanto, había construido muchas cosas: había aprendido sueco, estaba con la familia de una hermana de su abuela allí en Suecia, con la que no le habían permitido la reunificación familiar cuando llega a Grecia porque las autoridades suecas consideraron que no había una relación previa fuerte, y que no eran familia directa».
Es justo cuando Rezwana es devuelta a Grecia cuando Mariangela se decide a contar su historia más allá de lo que había ocurrido en Lesbos. «Era un ejemplo de todo lo absurdo, de todo lo que no funciona de las leyes europeas de asilo. No funcionaban y siguen sin funcionar, teniendo en cuenta que en el nuevo pacto migratorio las cosas no han hecho más que empeorar». Volvió a hablar con la voluntaria que estuvo en contacto directo con Rezwana. «Mientras tanto pasa un tiempo, ella está embarazada, transcurren los meses, y ya me entero de que la devolución se hace efectiva en febrero de 2020, justo dos semanas antes de que empezara el confinamiento por la pandemia de Covid. Rezwana es devuelta a Grecia, un país que para ella es dolor». Unos meses después Paone lograría reunirse por primera vez con ella en persona.
Escribir un libro ya era una idea que rondaba a la propia Rezwana, que firma, de hecho, este volumen junto a Paone. Un trabajo de investigación sobre el drama migratorio europeo en el Mediterráneo, contado junto a su protagonista. «Empezamos a conocernos mejor por videollamada, y cuando se abrieron las mallas en agosto de 2021 fui a verla». La historia tendrá un giro en un momento dado, ya que, además de contar su pasado, lo que era su familia antes de venir a Europa, Rezwana le pregunta a Paone si cree que sería posible saber algo del paradero de los restos de sus familiares muertos. «Yo la ayudo a encontrar algo, y al principio yo le dije que no tenía ni idea, sobre todo era también cruzar una línea roja, porque se supone que los reporteros hay líneas que no podemos traspasar. Yo eso siempre lo he tenido claro, nosotros somos periodistas, no somos activistas ni cooperantes, pero con Rezwana ya era demasiado tarde para dar marcha atrás», reconoce Paone.
Este libro está repleto, insiste, «de hilos invisibles que nos unen a pesar de no saber los unos de los otros. Los contactos que yo había hecho cubriendo la crisis económica de Grecia y la crisis de refugiados fueron emergiendo y tirando de estos hilos, de una abogada griega que trabaja para una oenegé que ayuda a refugiados, y que lleva años ocupándose de estas familias que buscan a sus familiares perdidos en la ruta hacia Europa. Fuimos tirando del hilo, y después de varios meses encontramos dónde acabó parte de su familia. En concreto, su madre, su hermana y su hermanito están enterrados en un cementerio en Lesbos, bueno, más que un cementerio, una explanada acondicionada en su momento, ante la imposibilidad de inhumar a todos los muertos en cementerios de Lesbos».
Rezwana, nada más perder a su familia, permanece en Lesbos en un centro de atención para casos vulnerables; luego pasa a una residencia similar en Atenas, y por tres familias de acogida. «Cuando ya vieron que la reunificación no podía aceptarse, para sacarla del limbo jurídico en que se encontraba, se decidió seguir adelante con el proceso de petición de asilo en Grecia. Entre una cosa y otra, ella estuvo en Grecia desde octubre de 2015 a enero 2018 hasta que puede moverse a Suecia». Tras la salida forzosa de Suecia, desde febrero de 2020 vive en Grecia. «Ella está atrapada en Grecia. Nosotros no nos damos cuenta de la suerte que tenemos de contar con un pasaporte que nos permita movernos libremente por el mundo básicamente. Moverte y establecerte casi. En el caso de Rezwana, ella no puede volver a Suecia y vivir como quisiera. Está esperando a obtener la residencia permanente en Grecia, que le facilitaría intentar asentarse en Suecia, pues su sueño es volver allí». Cuenta la joven afgana que la primera primavera que pasó en Suecia volvió a florecer «como las flores de los árboles», mientras que en Grecia se limita «a sobrevivir, pero tiene amigos de la comunidad sueca, que la han arropado».
Según Paone, las leyes se aplican sin contar con las especificidades de cada caso, «y, como vemos, poniendo el mayor número de trabas posible a ese deseo de establecerte donde quieras hacerlo. Aparte de olvidar que la gente como Rezwana y su familia ha tenido que salir de sus países. En su caso porque el padre de Rezwana era cámara en una de las principales cadenas de televisión privada de Afganistán, y tenían una buena vida: su casa y su trabajo. La misma Rezwana había trabajado doblando series turcas. Doblaba voces infantiles. Pero tuvieron que salir porque había tantas amenazas de los talibanes a los periodistas y al entorno de su padre, que consideró que Kabul no era lugar seguro. Mucha gente está obligada a buscar un futuro fuera».
Paone, italiana, se estableció en España hace 16 años, «pero yo soy una inmigrante privilegiada, hay mucha división y desigualdad de derechos entre unos y otros, y eso se dibuja en cómo se aplican las leyes».
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