
Inma Gómez Pardo y Raúl Frutos
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Inma Gómez Pardo y Raúl Frutos
Ser Crudo Pimento, una de las propuestas más originales de la escena musical española, es, por encima de todo, amar la creación. Inventar, experimentar, darle ... al coco y poner todos los sentidos en órbita. Y, para rizar el rizo, que el público llegue a la raíz, que disfrute con ellos y sepa apreciar lo revolucionario que es algo tan sencillo, y tan imposible de lograr, como innovar en la música. Inma Gómez Pardo (fotógrafa y productora musical) y Raúl Frutos (artista, productor y luthier) van juntos en esta aventura. Dentro y fuera del escenario. Hasta el fin del mundo. Este lunes, a las 19 horas, en la plaza del CIM (acceso libre), actúan en La Mar de Músicas de Cartagena. El palo de una cuerda, una marímbula de hojas de sierra, sartenes y cacerolas sujetas con cuerdas y pinzas de tender... instrumentos de fabricación casera con los que crean sonidos originales y arriesgados, aunando aires folclóricos y vanguardistas, que han dejado KO a Kiko Veneno. De 'El Carmen 13:7', su último disco, todo es «sorprendente». Ellos, que prefieren El Carmen («aquí está nuestra vida») a Nueva York, están «excepcionalmente nerviosos» por lo de hoy.
-¿Nerviosos? ¿Por qué?
-Raúl: ¡Porque es La Mar de Músicas! Volvemos a un festival que nos encanta, con un concierto de una hora, que es el tiempo ideal para cualquier concierto. Nos obliga a sintetizar más. En esta propuesta iremos con el bailaor murciano Pablo Egea [bailarín, coreógrafo y maestro de danza española y flamenco]. Cada escenario es diferente para nosotros. Nunca repetimos ni repertorio ni instrumentación en cada ocasión.
-Inma: Conocer a Pablo fue casualidad. Él vive en Madrid, y hace tiempo que nos sigue en Instagram y nos contactó porque quería proponernos algún proyecto. Pero se nos ocurrió ir juntos a La Mar de Músicas, y que baile con nosotros. ¡Está encantadísimo!
-'El Carmen 13:7' es su quinto disco, pero con cada uno de ellos han lanzado en Bandcamp [plataforma de lanzamiento y de promoción para artistas independientes] un disco de «descartes».
-Inma: Ahí ofrecemos lo que se ha quedado fuera del disco. En total tendremos como 12 discos entre unos y otros. Por eso no repetimos repertorio. Tenemos las canciones en la cabeza y tampoco creas que ensayamos mucho... Ensayamos cuando hay que hacer una gira nueva, pero realmente los conciertos sirven de ensayo.
-Raúl: De hecho, estamos grabando ya otro con una movida diferente, con otro rollo. Este verano ha de quedarse grabado, nos gustaría sacarlo un día por sorpresa... no dentro de mucho... como un regalo para los fans más frikis.
-¿Cuánto tiempo llevan ya juntos fuera de los escenarios?
-Inma: ¿Desde 2011? ¡Yo ya he perdido la cuenta! No celebramos aniversarios ni nada. Yo era amiga de la hermana de la novia que Raúl tenía entonces. Lo conocía como músico, como cantautor. Me gustaba que fuera tan diferente, hacía cambios de ritmo.
-Raúl: Sabemos que fue una noche de Reyes, en Granada, después de un concierto en el BoogaClub. Yo estaba en una banda de mento, The Ben Gunn Mento Band [un intento de rescatar la música tradicional caribeña].
-Inma: Yo me encontré con ellos en los conciertos de La Muralla, donde trabajaba como fotógrafa, y me encantó el grupo de calipso [género musical originario de Trinidad y Tobago], y, aunque yo no era nadie, les dije: 'Yo os tengo que mover porque sois la leche'. Empecé como mánager...
Un sitio para tomar una cerveza El bar El Sur (Murcia).
Una canción 'Love in the cemetery' de los Jolly Boys.
Un libro para el verano 'Bass culture', de Lloyd Bradley, sobre cultura musical jamaicana.
¿Qué consejos darían? Carpe diem (Inma).
¿Cuál es su copa preferida? «Yo he dejado de beber. A lo sumo, Bitter Kas» (Raúl).
¿Les gustaría ser invisibles? Antes sí, ahora ya no.
Un héroe o heroína de ficción Conan 'el Bárbaro' (Raúl).
Un epitafio «El disco 'El Carmen 13:7'».
¿Qué les gustaría ser de mayores? Contentos con como somos.
¿Tienen enemigos? Conscientes no.
¿Qué es lo que más detestan? Que te obliguen a dejar de ser tú mismo.
Un baño ideal Es Trenc, en Mallorca.
-¡Y, claro, al poco ya estaban viviendo juntos!
-Raúl: Allí en casa, con los instrumentos que yo construía y todas las movidas que hago, Inma empezó a probarlos, y, dijimos: ¡Ostias, podemos hacer algo!
-Inma: Raúl me animó mucho. No he llegado a ser constructora (risas abundantes), porque tengo mucho lío también como fotógrafa [para la Universidad de Murcia].
-Raúl: Ya he bajado el ritmo de construcción, ya no voy al taller como antes. Pero acabo de terminar una especie de guitarra electrificada, que tiene el sonido de un laúd árabe. Tengo cosas en pensamiento. Pero no hay tiempo para el taller.
-De crío debió ser ingenioso...
-Raúl: De crío era un tío más raro... construía instrumenticos por miseria. De las primeras cosas que hice fue una guitarrilla de plástico, y cogí gomas de las carpetas y se las clavé y empecé a tensarlas con unas pinzas y a afinarlas. Eso debía ser con ocho años. No teníamos dinero para comprar guitarras en mi casa. Incluso antes de eso me hacía baterías con botes de pintura, y con cacerolas.
-¿Dónde fueron sus infancias?
-Raúl: Yo soy de la carretera de Patiño, entre Santiago el Mayor, San Pío y Patiño. Es una tierra de nadie , claro. Donde las vías... [junto a la estación de ferrocarril en Murcia]. Ahora están tirando varias naves industriales para una rotonda del Plan de Movilidad. No hacíamos contacto con otros barrios, éramos como los Navajos, de vez en cuando hacíamos batidas. Y a veces acababan muy mal. No es que estuviéramos segregados, pero pienso que en cierto modo sí...
-Inma: Yo soy de Vistalegre. Siempre he estado en el norte [de la ciudad de Murcia], y el sur no lo pisaba nunca. Mis padres tenían más querencia por el norte, sí.
-Podría parecer que su música no es para niños. Pero lo cierto es que tienen seguidores de todas las edades. Cuando ven público tan joven en sus conciertos, ¿qué les da por pensar?
-Inma: En cierto modo, Raúl es profesor de música y tiene alumnos de todas las edades, y muchos vienen a vernos. Hace pocos días nos escribió alguien por Facebook, un tipo que no conocíamos de nada, para decirnos que su hijo de 5 años es fan nuestro. ¡Un crío de 5 años! No lo dudamos, y lo invitamos a venir al ensayo. Le tocamos sus canciones favoritas, y nos ha pasado otras veces porque tenemos melodías muy primitivas, y algunas son bastante infantiles. Es un contraste interesante entre luz y oscuridad, que sale de forma natural y conecta con ellos a la primera.
-Raúl: Tenemos letras que hablan del diablo, y que parecen tener una parte satanista o incluso ocultista, y, claro, al tratar estos temas a veces los hacemos de una forma casi infantil, inconscientemente, y eso nos mola. Pasa con la música de dibujos animados.
-En el cine también han colaborado con novedosos proyectos.
-Raúl: Sí, por mi parte he trabajado bastante para películas de cine mudo, de terror y de dibujos animados poniendo música en directo. Y sigo haciendo cosas para cine y documentales. Es más tranquilo y no te ve nadie. En 2015 compuse incluso una sinfonía para la OSRM para un documental sobre brujería, 'Häxan' [película muda sueco-danesa estrenada en 1922], con narración del poeta Vicente Cervera, para la clausura del Festival Europeo de Cine Fantástico de Murcia (SOMBRA). ¡Fue una cosa bastante heavy! Pero me harté de hacer atmósferas de terror y me lancé a los dibujos animados. Preparé 'El ilusionista', película animada de 2010 dirigida por Sylvain Chomet, y salió precioso en el Teatro del Mercado de Zaragoza.
-¿Lo intentó con Disney?
-Raúl: Pasa una cosa curiosa con Disney. Yo lo intenté con los primeros cortos de Disney, que hay algunos bastante lisérgicos y paranoicos,pero Disney no permite poner la mano o reelaborar nada que sea de su propiedad. Hay que presentar el proyecto, grabarlo, enviarlo a EEUU y una comisión decide si es apto o no. Es decir, un follón. Yo ni lo sabía.
-Tengo entendido que les apasionan las percusiones militares.
-Raúl: Sí, sí. Para el concierto de La Mar de Músicas vendrá con nosotros Jaime, un alumno mío, que va a tocar unas percusiones militares, con mento hará unos patrones de caza. No somos belicistas, pero por muchas cosas tenemos fijación. Por la rítmica, y por más cosas. Porque la música militar cuando va de Europa a EEUU se encuentra con la música de los esclavos de las plantaciones...
-Toda la prensa musical pone por las nubes su último disco...
-Raúl: Pero eso no se traduce en tocar, por ejemplo, este verano, en 30 festivales. Estamos contentos con los que tocamos. ¡Vamos a tener el depósito lleno del coche porque no va a salir prácticamente del garaje!
-Inma: Nos habría gustado tener algún concierto más en verano. Hemos estado en el Rockin' de Carballo (La Coruña) y hoy en La Mar de Músicas, y en septiembre hacemos Pedreguer (Valencia). Ahora queremos meter caña al disco nuevo y grabar cosas. Los conciertos demandan energía.
-¿Kiko Veneno?
-Inma: ¡Es una leyenda! Impone, pero es alguien cercano. Colaboró en nuestra canción y estaremos con él en un homenaje a Pau Riba. Nunca hemos hecho nada por estrategia, sino cuando hay una conexión artística real. Nos gusta eso.
-¿A quién no podrán olvidar?
-Raúl: A una leyenda de la música jamaicana, Albert Minott, de The Jolly Boys, que trajimos a grabar a nuestro barrio, El Carmen. Sentíamos afinidad con él, y respeto.
-Inma: Se plantó aquí desde Port Antonio (Jamaica), con más de 80 años, e hicimos los últimos conciertos de su vida. Fue una gran suerte.
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