Sin cobertura en el oasis

El personal del chiringuito ya tiene localizada la roca sobre la que encuentras cobertura para llamar con el móvil. Cosas de la vida salvaje. Por eso conviene reservar mesa por 'guasap'.

Casi cuarenta años después de que el abuelo 'Líos' montara el negocio, Pedro sirve a destajo pescados a la brasa, desde las populares sardinas al monarca rodaballo, y arroces tamaño XL. «Recomiendo el pulpo a la brasa y el arroz de la Sole, mi madre, que la tengo esclavizada en la cocina», despacha Pedro al tiempo que prepara las oposiciones para bombero. Está empeñado en apagar fuegos mientras el chiringuito cierra la segunda semana de septiembre, y vuelve a abrir a primeros de junio.

Con vistas a esta playa populosa en verano, El Líos acoge conciertos en directo los domingos a partir de las 6 de la tarde de pop rock de los ochenta para prolongar una buena jornada de playa con tardeo musical. Lo que se dice cenar a la luz de la luna, solo es posible los sábados por la noche. El resto de la semana únicamente dan aperitivos y comidas.

La altura del comedor, situado en uno de los flancos de la pared rocosa de Calnegre, da una amplia perspectiva de postal sobre la playa y asegura una agradable brisa para la sobremesa. No se engañe. La paz que disfruta en un rincón del mundo donde no suena el móvil es solo una ilusión. Cuando suba a la carretera nacional, empezarán a entrar en tropel las llamadas perdidas, como morlacos por el toril.