Entre la barra fija y el 'fitflamc'

Hacer levantamiento de vidrio en barra fija pronto dejará de ser un chascarrillo pasado de época para convertirse en una auténtica modalidad deportiva. Quedará demostrado científicamente, si no lo está ya, que tomar una caña en la barra del chiringuito no solo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también supone un trabajo muscular tonificante siempre que la posición en el mostrador sea la correcta y el peso del vaso, o del botellín, el adecuado. (Ya saben: las piernas ligeramente flexionadas y el ángulo del brazo en noventa grados, para prevenir tendinitis).

Cualquier actividad -prepararse un Cola Cao, sacar dinero del cajero o votar en las elecciones europeas, por ejemplo- es susceptible de convertirse en modalidad deportiva. Una exmodelo cordobesa llamada María Carrillo ha creado y patentado como marca el 'fitflamc', un tipo de gimnasia que se practica combinando movimientos del baile flamenco con posturas gimnásticas. Tiene mejor pinta que la zumba y no solo por la música. También reemplaza las mallas fosforitas por lycras repletas de lunares, flecos y volantes, según la precursora. Los modelos tienen piezas combinables y pueden ser usados hasta como vestidos de cóctel. Y ya, como cosa mía, sugiero que ellas añadan de complemento grandes pendientes de aro y ellos, patillones o caracolillos engominados para el pescuezo.

Existe el crossfit y el entrenamiento físico basado en ejercicios de pista americana de los militares. Por qué no puede ser también un deporte subir calderetas rebosantes de hormigón a un edificio en construcción o embarcarse en un pesquero a echar el palangre. Jugar al baloncesto montado en burro ya está inventado.

Aunque no lo crean, correr pasó de moda. Y el senderismo, más que la aspirina. Pronto serán tendencia planchar y fregar los platos a mano como excelentes sustitutivos del yoga y el pilates. Cosas de los neocon, o como demonios se llamen ahora esos que antes hacían 'footing' y tienen la culpa de todo.