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Por fin se respira alegría entre la parroquia universitaria. José María Salmerón cumplió este pasado fin de semana, en la cita de Linarejos, donde su equipo venció al Linares Deportivo, cien partidos oficiales entrenando al UCAM.
El preparador almeriense llegó en la 2015-16 a Murcia para conquistar la entonces Segunda B. Con un juego claro y unos futbolistas que creyeron en el discurso 'salmeroniano', el técnico consiguió el ascenso al fútbol profesional en su primera etapa como universitario. Inició desde el principio la temporada y llevó al más alto escalón que ha estado nunca al equipo de la Universidad Católica. Eso sí, para lograrlo tuvo que batallar con rivales de alta entidad y superar al Real Madrid Castilla en la final por el ascenso. Solo cinco derrotas en un año dieron credibilidad al juego de Salmerón, centrado en la clarividencia defensiva y la contundencia de los centrales.
En la campaña siguiente las cosas no salieron tan bien. El UCAM volvió a descender ese mismo año a la categoría de bronce después de escalar hasta ahí. Salmerón fue destituido al paso de 18 jornadas y no dijo adiós, sino hasta pronto a la entidad de Los Jerónimos.
No obstante, la capital del Segura le gustó a Salmerón. Es por eso que, a la temporada siguiente, recaló en el Real Murcia y llevó a los pimentoneros hasta la fase de ascenso. No renovó en un Murcia plagado de impagos y problemas institucionales. En los dos siguientes años deportivos viajó hasta Huelva, para hacerse cargo del Recreativo, y se mudó a Burgos para pilotar un proyecto suculento. Pero no salió bien de El Plantío.
En la 2020-21, la familia Mendoza fue consciente de lo difícil que se presentaba el panorama por la reestructuración del fútbol nacional con la implantación de Primera y Segunda Federación. Es por eso que Pedro Reverte, actual director deportivo del UCAM, volvió a llamar a José María Salmerón para que fuera este la piedra angular de un proyecto que cumplió sus expectativas. La universidad hizo un importante desembolso económico para subir a 1ª RFEF.
Salmerón aupó al UCAM hasta la nueva antesala del fútbol profesional y se quedó a un paso, de nuevo en el 'playoff', de conseguir el ansiado ascenso a Segunda. El Ibiza, actual equipo de plata, venció a los murcianos en una temporada que en cualquier caso quedó para enmarcar.
Los azulones estuvieron en la parte alta de la tabla durante todo el año en una competición marcada por la Covid, los cambios y la premura. Triunfó Salmerón, quien ahora emprende un nuevo periplo en Primera RFEF con un balance de 49 victorias, 27 empates y 24 derrotas en los diferentes tramos que ha entrenado al conjunto murciano.
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