La desesperación se apodera del UCAM

El partido arrancó con los universitarios en estado de revolución. Salva Ballesta era consciente de la importancia de la cita e imprimió actitud en sus jugadores para la mañana liguera. El guardameta Pedro López debutó con la azulona, Isi Ros estrenó titularidad y Tekio volvió al once después de sus molestias físicas. La maquinaria murciana demostró que tiene argumentos para cambiar la situación clasificatoria desde los primeros instantes. En apenas diez minutos, Xemi Fernández con un centro de Rubén Mesa y Fullana dentro del área pequeña pudieron adelantar a los católicos, pero la dinámica de desesperación en la que está envuelta la plantilla hizo presencia.

Los de Munitis, superados desde el inicio, buscaban acomodo en el bloque bajo. Tekio le volvió a dar recorrido en el carril diestro y el UCAM se aprovechó de la situación gracias a las internadas de Isi Ros. El encuentro bajó el ritmo con la sucesión de minutos, pero los locales continuaron con el dominio del mismo. Tan solo Pedro López tuvo que actuar en un remate blando de Jacobo González. Armando Corbalán se hizo dueño del centro del campo con sus recuperaciones. Todo lo estaba haciendo bien el UCAM, que no conseguía conectar con Xemi y Rubén Mesa en la delantera por la buena actuación de la zaga arlequinada. Con la amarga sensación de merecer más, los locales se fueron al descanso con el resultado gafas imperando en el marcador. El bloque defensivo murciano encontró solidez y efectividad durante los cuarenta y cinco primeros minutos, siendo lo más destacado del equipo.

Munitis vio que sus futbolistas estaban sufriendo en el verde y realizó una sustitución al descanso. Sin embargo, los azulones salieron otra vez con una marcha más y esta vez sí obtuvieron premio. A los pocos compases del segundo envite, Moyita reventó la red. Con una jugada individual el centrocampista dribló hasta a tres contrarios en la frontal del área y realizó una internada que finalizó con un violento golpeo a la escuadra de la portería de Bernad. El UCAM consiguió abrir la lata después de muchos intentos.

Josema Raigal saltó al terreno de juego en detrimento de un amonestado Isi Ros. Ballesta no quería complicaciones al perder un futbolista por una roja, así que el torreño abandonó el césped por el de Mula. El de la universidad católica llevó el encuentro a su bando: bajar revoluciones y tener el control del esférico. El Sabadell esperaba su oportunidad replegado.

El cuadro catalán incorporó al ariete Dopi para tener más presencia en el área y descuadrar la buena actuación de Josete y de Charlie Dean. El técnico azulón, por su parte, dio entrada en la mediapunta a Alberto Fernández para sujetar el esférico y acompañar a Sergio Moyita en esa segunda línea. El sevillano, que estaba cuajando buena actuación en ataque además del tanto, empezó a perder los nervios y el colegiado le mostró cartulina amarilla por pedir una falta de forma reiterada. El cuadro catalán, que llegaba a la cita con una gran inercia en estas últimas jornadas, no estaba encontrando comodidad en La Condomina ante la gran actuación de los universitarios. Tampoco paró Salva Ballesta de dar instrucciones con su nerviosismo habitual, a sabiendas de la necesidad de los tres puntos en una fría mañana. También le preocupó la gran cantidad de amarillas que estaba recibiendo su conjunto, por lo que realizó un triple cambio para sacar a Moyita y Armando Corbalán además de un desgastado Rubén Mesa.

El Sabadell no inquietó en ningún momento la estabilidad del UCAM. Apretó en los últimos diez minutos con una peligrosa falta cuyo posterior rechace se paseó por el área universitaria ante la atenta mirada de varios delanteros arlequinados. Pero la mala fortuna se cebó con los locales. Un centro con poca altura desde la parte derecha golpeó en la mano de Charlie Dean y provocó un penalti evidente a favor de los catalanes. Jacobo González disparó al centro por la parte alta y empató una contienda donde los argumentos en ataque del club entrenado por Munitis apenas florecieron.

La presión arreció al banquillo azulón y Juan Maraver, segundo entrenador, fue expulsado por protestar. Ahora era el UCAM quien lo intentó desesperadamente mediante Alberto Fernández, Fullana, Tekio e incluso Josema Raigal en los últimos compases, aunque se marcharon de La Condomina con un empate bajo el brazo.

De nuevo, el UCAM vuelve a no ganar en su casa. Los universitarios ya pincharon en la última jornada contra el Sabadell y no pudieron vencer ante un Sabadell claramente inferior. Los pupilos de Salva Ballesta acarrean tres partidos sin ganar y dejan la zona de salvación a cinco puntos, marcada por una pelea de varios conjuntos que no quieren descolgarse en los puestos de descenso.