El método más eficaz para limpiar el barro de las zapatillas de correr tras la lluvia: «Como nuevas»

El temporal que ha acompañado a la Región de Murcia desde el inicio del mes de marzo han entorpecido la rutina de muchos deportistas. Los que han optado por salir a entrenar al aire libre no solo han tenido que sortear la lluvia y el viento, sino también el barro. La buena noticia es que las previsiones meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) auguran un pequeño respiro para la Comunidad en los próximos días.

Durante estas jornadas desfavorables, las zapatillas de los corredores y senderistas han acumulado suciedad por las condiciones de las calles y caminos. Para alargar la vida útil del calzado y evitar que el material se eche a perder, es crucial limpiar el barro antes de que se endurezca, sobre todo si ha penetrado en la tela.

Las manchas no solo afectan a la estética del zapato, sino que los residuos adheridos a la suela entorpecen la pisada y pueden desgastar la espuma. Todo ello afecta a la comodidad y los resultados de la carrera. Además, pueden transportar bacterias a casa y aumentar el riesgo de hongos en los pies. Por ello, es conveniente seguir una rutina de limpieza.

Uno de los métodos más eficaces es el que ha compartido en Instagram Marcos Pascual, un corredor de montaña que acumula más de 37.000 seguidores (@soymarcis) en esta red social. En uno de sus vídeos ha relatado cómo quitar el barro de las zapatillas sin utilizar la lavadora. El primer paso del tutorial consiste en sacudir bien las zapatillas antes de llegar a casa para eliminar la mayor cantidad de barro posible.

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Posteriormente, hay que mojar el calzado con agua caliente y, con la ayuda de un cepillo de cerdas duras, frotar la suela para eliminar los restos más superficiales. A continuación, se debe utilizar un cepillo de dientes para llegar a las zonas más pequeñas. Una vez que se ha eliminado la mayor parte de la suciedad incrustada, hay que pasar a un cepillo de cerdas suaves. Este se debe frotar acompañado de jabón natural para eliminar los últimos restos.

Finalmente, se vuelve a sumergir la zapatilla en agua caliente para enjuagar bien toda la superficie. El tiempo que se debe invertir en cada paso depende del estado de los deportivos. Llegados a este punto, tan solo hay que escurrir el material y dejarlo secar al natural. «Como nuevas», señala Marcos tras mostrar su rutina. Este proceso, además de ser muy económico, es sencillo y eficaz.