Devuelve el brillo a tus grifos: tres trucos caseros para dejarlos como nuevos

Todos queremos que nuestra casa luzca perfecta. Sin embargo, es normal que el paso del tiempo y el uso hagan mella en el aspecto de las estancias y los elementos que tenemos en ella. Un claro ejemplo de esto son los grifos del baño o la cocina. Al estar en contacto directo con el agua, y en consecuencia con la cal, es común que se queden marcadas las gotas, lo que puede dar una apariencia de suciedad y descuido. Además, si no se limpian con regularidad pierden su brillo y adquieren un color mate poco atractivo.

Con el tiempo la cal se incrusta y forma manchas que se vuelven cada vez más difícil de eliminar. Esto no solo es una cuestión estética, ya que la acumulación de cal puede afectar la durabilidad y el correcto funcionamiento del grifo. Antes de tomar la decisión de comprar grifería nueva y realizar un desembolso innecesario de dinero, existen trucos caseros que pueden ayudarte a mantener estos elementos impecables, brillantes y en buen estado por más tiempo.

1. Con papel encerado

Para llevar a cabo el primer truco, necesitarás papel de horno o papel encerado. Su uso es muy sencillo: simplemente humedece ligeramente el papel y frótalo sobre toda la superficie del grifo. Una vez hecho esto, pasa un paño seco para retirar los restos de agua. De inmediato notarás cómo el grifo recupera su brillo original. Además, este método ayuda a evitar las marcas de huellas dactilares, manteniéndolo limpio por más tiempo.

2. Con vaselina

Para el segundo truco, utilizarás un producto que seguramente tienes en casa: vaselina, la misma que se usa para hidratar los labios secos. Coloca una pequeña cantidad sobre un paño, bayeta o papel y embadurna el grifo con ella. Luego, elimina cualquier exceso con otro paño seco y limpio. Una de las ventajas de este método es que la vaselina crea una capa protectora que hace que el agua resbale, evitando la formación de marcas y manchas de cal.

3. Con una vela

El tercer truco consiste en sustituir los productos anteriores por una vela. Pasa la vela sobre la superficie del grifo asegurándote de que quede bien repartida por toda la zona. Luego, usa un paño húmedo para retirar el exceso y otro seco para dar el acabado final. Este método es eficaz para prevenir las manchas que se producen cuando el agua cae sobre el grifo, prolongando su aspecto reluciente.

Estos sencillos trucos te permitirán mantener tus grifos como nuevos sin necesidad de invertir en productos muy caros ni recurrir a soluciones drásticas. Con un poco de cuidado y mantenimiento regular, tu grifería permanecerá brillante y en óptimas condiciones por mucho más tiempo.

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