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la verdad
Miércoles, 14 de noviembre 2018, 12:38
Lavar a mano los platos es una práctica cada vez menos habitual. Pero, si aun eres de los que lo sigue haciendo, es probable que utilices un estropajo amarillo con una base verde. Lo cierto es que esta combinación de colores no es fruto de una elección estética. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica que cada tonalidad indica un uso distinto:
Color verde: limpia las manchas sin problemas pero, si se frota con fuerza, puede arañar algunos materiales.
Color azul: es ideal para fregar superficies delicadas como los vasos o las copas de cristal.
Color negro: se utilizan para las tareas de fregado más duras o para las que la fibra verde es insuficiente, como las refillas metálicas o el asiento ennegrecido de sartenes de acero y cacerolas.
Además, recuerda que antes y después de cada uso debes enjuagar el estropajo con agua limpia y escurrirlo para ahuyentar los malos olores y las bacterias.
La OCU recomienda tirar los restos de comida a la basura para facilitar el lavado y ahorrar dosis de lavavajillas. Cuando aclares los platos, coloca los que aun tienen espuma bajo las que estás enjuagando para que el agua llegue a todas las piezas que están en el fregadero.
Para no obstruir las tuberías, coloca una rejilla en el desagüe que frene los restos de comida. También debes utilizar un escurridor para secar los platos y no olvides colocar los vasos y ollas boca abajo para que se drene mejor el agua.
1. Los cuchillos, especialmente aquellos con mango de madera. Los detergentes que se utilizan en los lavaplatos son muy agresivos para el acero y además, estos electrodomésticos no tienen ningun compartimento adecuado para evitar golpes durante el lavado.
2. Las tapas de la olla a presión perderán efectividad. Además, pueden quedar partículas del detergente en polvo dentro de los conductos de la válvula y acabarán obstruyéndolos.
3. Porcelana china con decoración metálica, que se estropea o se rompe cuando chocan unas piezas con otras accidentalmente.
4. Objetos de cristal caros. El cristal pierde brillo y transparencia poco a poco.
5. Sartenes antiadherentes. El recubrimiento antiadherente de teflón se agrieta y se desprende con cada lavado.
6. Ollas y sartenes de hierro sin esmaltar. Se estropeará el curado que aporta adherencia al menaje y comenzará a aparecer el óxido. Se debe limpiar sólo con agua y un estropajo no abrasivo.
7. Menaje de cobre y de aluminio sin esmaltar. Produce manchas y deteriora el color.
8. Utensilios de madera. El agua caliente fisura las tablas de cortar y reduce la vida útil de este tipo de objetos.
9. Frascos con etiquetas de papel. La etiqueta podría acabar en el desagüe por lo que es importante revisar el filtro después de cada lavado.
10. Platos y vasos de plástico o con dibujos impresos. Se pueden deformar o perder sus dibujos y marcas.
11. Platos con restos de comida, tanto los residuos sólidos como los de salsas.
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