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LA VERDAD
Sábado, 13 de mayo 2023, 12:11
El tomate es un alimento indispensable en la cocina y la dieta mediterránea y de los españoles. Tiene un sabor inigualable y numerosos beneficios, pero además sus usos son múltiples: se puede comer entero, rallado, frito, al horno... También se puede combinar con multitud de comidas y alimentos, por lo que es un habitual entre las frutas y verduras del frigorífico y uno de los productos más vendidos en los supermercados y fruterías.
Se puede comer de muchas formas, pero normalmente debe tener un estado lo suficientemente maduro para aprovechar todo su sabor y su textura. Sin embargo, después de comprarlo puedes descubrir que no está tan maduro como te gustaría. Ya no puedes cambiarlo, pero sí puedes llevar a cabo algunos trucos para acelerar el proceso de maduración y conseguir que esté en perfectas condiciones mucho más rápido (incluso en una sola tarde).
Si cuando vuelves del mercado encuentras los tomates verdes puedes optar por dejarlos en el alféizar de una ventana para que les dé el sol. Es un remedio que acelera la maduración, pero es lento, sobre todo en invierno, puesto que puede tardar varios días. Se podrán maduros algo más rápido si los metes en una cesta junto con otras frutas que estén jugosas, siempre que sea fuera del frigorífico.
Pero sin duda el método más rápido y la solución definitiva para conseguirlo cuando dispones de poco tiempo es guardarlo junto a los plátanos. Si mantienes los tomates verdes junto a un plátano dentro de una bolsa de plástico y en un lugar cálido conseguirás que estén maduros y listos para consumir en tan solo unas horas.
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