Solo 36 empresas emiten la mitad de las emisiones contaminantes del planeta

«A pesar de la abrumadora evidencia científica que vincula las emisiones de gases de efecto invernadero con el catastrófico calentamiento global, 93 de las empresas que forman parte de la base de datos aumentaron sus emisiones en 2023, incluidas 50 empresas propiedad de inversores», alertan desde Carbon Majors.

Sobre esto último, el trabajo realiza una distinción entre las empresas con altas emisiones que son de carácter estatal y aquellas que están en manos de inversores privados. Las primeras dominaron el volumen de gases de efecto invernadero (GEI) lanzados a la atmósfera: 16 de los 20 mayores emisores están en manos de gobiernos. Estos, los de titularidad estatal, acaparan más de la mitad -el 52%- de toda la factura contaminante de este sector fósil en 2023.

En el análisis detallado de este dato global, destaca que son las empresas estatales chinas las que contribuyeron «significativamente más» que cualquier otra nación del mundo. Produjeron el 23 % de las emisiones globales de CO2 de combustibles fósiles y cemento en 2023, manteniendo el liderazgo que tenían en 2022.

En cuanto a los productos explotados, destaca el estudio que la contaminación atmosférica procedente de la fabricación de cemento está «aumentando significativamente». Así, cuatro de las cinco empresas con los mayores aumentos de emisiones entre los años citados, fueron cementeras. «Esto pone de relieve la importancia fundamental de los esfuerzos por descarbonizar la industria en todo el mundo», apostillan desde Carbon Majors.

Los cinco principales emisores estatales (Saudi Aramco, Coal India, CHN Energy, National Iranian Oil Co. y Jinneng Group) fueron responsables del 17,4 % de todas las emisiones de CO en 2023 (7,4 GtCOe). En cuanto a las privadas, ExxonMobil, Chevron, Shell, TotalEnergies y BP, representaron el 4,9% de las emisiones globales de CO2) en 2023 (2,2 GtCO2).

Los datos que recopila este consorcio están siendo utilizados en políticas y demandas que piden responsabilizar en alguna medida -económica, legal, etc.- a las empresas del sector fósil de los efectos del cambio climático en el mundo. Según sus responsables, ha sido un «elemento fundamental de la investigación sobre atribución y rendimiento de cuentas climáticas en todo el mundo». Ha resultado útil, añaden, para gobiernos regionales y comunidades perjudicadas por el cambio climático.

Los investigadores también la han utilizado para cuantificar el papel de estas empresas en la intensificación de las olas de calor extremas y también ha servido a los equipos de defensa legal, que la han citado para respaldar posibles cargos penales por imprudencia contra los ejecutivos de los combustibles fósiles.

Christiana Figueres, experta en cambio climático, economista y antropóloga participante en el estudio, ha destacado del estudio la evidencia de que las empresas no tienen planes de reducir su producción. «Mientras los estados se demoran en cumplir con sus compromisos del Acuerdo de París -reivindica la experta-, las empresas estatales dominan las emisiones globales, ignorando las necesidades desesperadas de sus ciudadanos. La ciencia es clara: no podemos retroceder hacia más combustibles fósiles y más extracción. En cambio, debemos avanzar hacia las múltiples posibilidades de un sistema económico descarbonizado que funcione para las personas y el planeta».