¿Por qué tenemos agujetas?

La actividad física tiene innumerables ventajas sobre la salud, aunque en ocasiones tiene algunas consecuencias poco agradables. Este es el ejemplo de las agujetas, un dolor que aparece en el músculo después de haber realizado algún tipo de ejercicio físico. Una sensación molesta, que aparece cuando el músculo sufre un sobreesfuerzo.

Lo que conocemos como agujetas es la mialgia diferida o el dolor muscular de aparición tardía. Aunque existen varias teorías sobre la causa de este dolor, la hipótesis más extendida sostiene que se debe a microrroturas producidas por el ejercicio intenso. Según África López Illescas, jefa del Servicio de Readaptación Física del Consejo Superior de Deportes, estas microrroturas son las que provocan la inflamación del tejido, cuya consecuencia es el dolor.

La duración de las agujetas también varía, ya que suelen aparecer al día siguiente de realizar el esfuerzo físico, pero también pueden empezar a sentirse dos días después. Las agujetas pueden durar entre dos o tres días, aunque el tiempo varía dependiendo de la forma física del deportista y de si se tratan.

Existen varias formas de tratar las agujetas, algunos deportistas deciden aplicarse hielo en las zonas del cuerpo donde pueden tener molestias al día siguiente. Es el caso de algunos futbolistas o jugadores de baloncesto, que deciden meterse en piscinas de hielo con agua fría cuando acaban el partido para que los músculos se recuperen. Otras opciones para mejorar la recuperación es la de realizar ejercicio de baja intensidad o masajes de descarga.

Aunque si no queremos tener agujetas, también existen algunas acciones que se pueden llevar a cabo antes de hacer ejercicio para así evitar que aparezcan. Los músculos necesitan estar preparados para realizar la actividad física, por lo que un correcto calentamiento ayudará a que no estén fríos a la hora de empezar con el ejercicio. La hidratación también es importante, ya que cuando el cuerpo se encuentra deshidratado, puede aumentar la lesión. La alimentación es un factor a tener en cuenta tanto antes como después del ejercicio, ya que la comida es la encargada de dar la energía necesaria para que el músculo esté en condiciones de realizar el ejercicio y también ayuda a su recuperación.

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