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María José Timoteo
Jueves, 14 de octubre 2021, 09:06
Con los cambios estacionales suele surgir el mismo temor, la caída del pelo. La pérdida de fibras capilares forma parte del ciclo vital del crecimiento capilar, unos se caen para dejar espacio a las nuevas fibras. La llegada del otoño está relacionada directamente con la caída del pelo como una parte disociada del ciclo vital del cabello.
Es un proceso totalmente normal, para completar la fase de crecimiento el pelo viejo se cae para dejar espacio al nuevo. Se produce una pérdida espontánea de cabello que suele afectar más a las mujeres y que se agrava después de los malos hábitos del verano, la exposición al sol, la sal de la playa o el cloro de las piscinas. Esta estación del año es la que menos les gusta a aquellos que tienen miedo de perder su cabello. Son muchos los que aseguran que cuando se acaba la época de calor, notan que se les cae más.
Igual que los animales cambian de pelaje en primavera y otoño para adaptar sus condiciones físicas a los cambios medioambientales, las personas también experimentan cambios en su cabello. Con la llegada del otoño muchos se asustan al comprobar que cae mucho pelo de repente, pero se trata de algo totalmente natural. Según datos de DosFarma, es necesario saber que «una persona sana tiene entre 100.000 y 150.000 cabellos. Todos ellos pasan por un ciclo vital, que empieza con la fase de nacimiento, sigue con una de crecimiento y acaba con la de reposo. Cerca del 10-15 % de los cabellos están en fase de reposo y terminarán cayéndose. En otras palabras: cada día perdemos cerca de 100 pelos de forma natural sin que eso suponga ningún problema». Se supone que muere más pelo durante la primavera y tarda unos tres meses en caerse, pero normalmente la gran mayoría vuelve a crecer en tres o cuatro meses.
Pero no todos los problemas de caída son estacionales, siempre es recomendable consultar a tu médico si notas algo fuera de lo normal. En el caso de que se trate de algún tipo de alopecia, es crucial detectarla a tiempo y, sobre todo, iniciar el tratamiento adecuado. También puedes seguir una serie de consejos que te pueden ayudar a mantener tu pelo fuerte y frenar la caída. DosFarma recopila las recomendaciones más importantes para cuidar el pelo este otoño y prevenir problemas futuros:
1. Una dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales. La falta de ciertas vitaminas y minerales es motivo de aparición de varios tipos de alopecias. Los nutrientes más importantes para la salud capilar son:
- Hierro, se encarga de producir hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno al cuerpo. Es, por tanto, imprescindible para que el oxígeno llegue a la raíz del pelo. Se encuentra en alimentos como las legumbres, las espinacas o la carne de hígado.
- Zinc, ayuda a la absorción de los nutrientes y estimula el crecimiento del cabello. Se encuentra en las almejas, las carnes rojas, el queso o las avellanas.
- Omega-3, un extra de este nutriente ayuda a aumentar la densidad capilar y a frenar la caída. El aceite de oliva, el pescado azul y los mariscos son ricos en omega-3.
- Vitamina A, es la encargada de producir el sebo, que hidrata el cuerpo cabelludo. Si hay una falta de esta vitamina, se ralentiza el crecimiento capilar y se reseca la melena. Son ricos en vitamina A los huevos, las zanahorias, el brócoli o las espinacas.
- Biotina, es una de las vitaminas del grupo B. Un déficit de esta vitamina hace que el pelo se vuelva más débil, por lo que mantener un buen nivel es indispensable para evitar su caída. Está presente en los huevos, la leche o los plátanos.
- Cistina, es un aminoácido que forma parte de las proteínas que componen la fibra capilar. Al incorporarlo en nuestro organismo, ya sea a través de la dieta (judías verdes, brócoli, queso...) o de un suplemento, ayudaremos a fortalecer la salud del pelo.
2. Evitar el estrés. Para ello, es recomendable hacer ejercicio con regularidad, ya que ayuda a reducir los niveles de ansiedad y estrés que pueden provocar el efluvio telógeno. Además, hacer deporte motiva el flujo sanguíneo y hará que llegue mejor al cuero cabelludo.
3. Secar sin agresividad. Evita hacer movimientos bruscos y fuertes para secar el pelo con la toalla no solo lo encrespará más, sino que puede dañar la fibra capital. Se deben realizar movimientos sutiles y utilizar materiales preferiblemente de algodón.
4. Masaje capilar. Incorporar el masaje a tu rutina de cuidado para ayudar a incrementar el flujo sanguíneo que llega a los folículos pilosos, con lo que se fortalecerán las raíces.
5. No abusar del secador y la plancha. Los productos de secado y moldeado pueden dañar el cuero cabelludo y provocar que el cabello se debilite, se reseque y se caiga. Para aquellos que no deseen renunciar a estas herramientas, lo mejor es utilizar un protector del calor primero.
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