El Papa recibirá este domingo el alta médica aunque deberá permanecer dos meses en reposo

Noticia relacionada

El Papa tendrá que «casi volver a aprender a hablar»

«El Papa ya no tiene neumonía bilateral, pero necesitará de más tiempo para derrotar todas las infecciones» que ha tenido en las vías respiratorias, insistió Alfieri, que al repasar cómo se ha desarrollado el cuadro clínico del obispo de Roma en estas seis semanas de hospitalización recordó que en dos ocasiones sufrió «episodios muy críticos» en los que su vida «estuvo en peligro». Aseguró además que nunca estuvo entubado, que se ha mantenido siempre «consciente y claro de mente» y que gracias a los fármacos, al oxígeno de alto flujo y a la ventilación mecánica no invasiva se consiguió una «lenta y progresiva mejoría» que llevó a la estabilización mostrada durante las últimas dos semanas.

Ampliar

Bergoglio era plenamente consciente de la recuperación y desde hace «tres o cuatro días nos preguntaba que cuándo iba a volver a casa», contó Luigi Carbone, médico vaticano que atiende habitualmente al Pontífice. Carbone explicó que se han realizado los preparativos necesarios en la Casa Santa Marta para poder acoger al Papa, que deberá continuar recibiendo oxígeno de alto flujo por medio de unas cánulas nasales durante parte del día. Seguirá además con la fisioterapia motoria activa y con los ejercicios respiratorios que lleva haciendo estas últimas semanas en el Gemelli de manera que «lo antes posible pueda recuperar su actividad normal».

Al ser preguntado por las declaraciones del día anterior del cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe y uno de los colaboradores más cercanos de Francisco, quien aseguró que el Papa iba a tener que «casi aprender a volver a hablar», Alfieri confirmó que la neumonía bilateral había provocado que «perdiera un poco la voz», por lo que, como es habitual en pacientes ancianos, «hará falta tiempo» hasta que recupere plenamente esta habilidad. No obstante, aseguró que respectó a unos diez días antes se han registrado «importantes mejorías». También explicó que Bergoglio «no es diabético», que la infección «no ha sido por covid» y reconoció bromeando que aunque ha perdido peso «no nos preocupa porque tenía reservas». Excepto en los momentos más difíciles, Francisco mantuvo el «buen humor» e incluso le decía a los médicos que «seguía vivo» cuando le auscultaban los pulmones.