El Papa muestra una «leve mejoría» de la neumonía bilateral

Las condiciones clínicas del Papa Francisco, que lleva ingresado desde el viernes en el hospital Gemelli de Roma, se mantienen «estables». Eso afirma el último parte médico, hecho público por el Vaticano este miércoles, que asegura que los análisis de sangre muestran una «leve mejoría», en particular de los índices inflamatorios. La noche anterior saltaron las alarmas cuando se supo que el Pontífice sufre una «neumonía bilateral» con un cuadro clínico «complejo», lo que le va a obligar a mantener una larga hospitalización. No obstante, hay relativo optimismo con la evolución de su salud debido a que la neumonía ha sido descubierta en su fase inicial y a que la infección da señales de mejora. Fuentes vaticanas aclararon que el Papa respira por sus propios medios y que el corazón le está aguantando «muy bien».

Tras pasar «tranquilo» la noche, Francisco desayunó, se levantó de la cama, estuvo un tiempo sentado en un sillón y leyendo los periódicos e incluso dedicó un tiempo a trabajar con algunos de sus colaboradores más estrechos. Por la tarde recibió la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien quiso transmitirle en persona sus deseos de que se recupere lo antes posible. La jefa del Ejecutivo conservador de Roma dijo que vio a Francisco «lúcido, reactivo y con su proverbial sentido del humor». De hecho ambos estuvieron bromeando «como siempre», según explicó Meloni, quien permaneció unos 20 minutos con el Papa.

La actualización sobre el estado de salud de Jorge Mario Bergoglio, que cumplió 88 años el pasado mes de diciembre, llega después de que la noche anterior se divulgaran los resultados de las últimas pruebas a las que se le había sometido: muestran que sufre una «neumonía bilateral», con un cuadro clínico «complejo» debido a que también tiene una «bronquitis asmática» y una «bronquiectasias» (dilatación y destrucción de los bronquios). Ante este agravamiento de su situación, los miembros del equipo médico que le atiende decidieron someterle a una «terapia farmacológica adicional», que incluye el uso de antibióticos y cortisona.

El obispo de Roma llevaba arrastrando desde hace semanas una infección en las vías respiratorias, aunque apenas siguió los consejos de los médicos, que le invitaron a bajar el ritmo de su agenda y evitar tanto los lugares fríos y húmedos como las masificaciones. Sólo les hizo caso en parte durante las dos últimas semanas, lo que habría propiciado que se agravara su estado. Aunque se vio obligado a renunciar a leer los textos que tenía preparados durante algunas ceremonias y optó por celebrar varias audiencias en su residencia, la Casa Santa Marta, y no en el Palacio Apostólico, no quiso dejar de estar presente en la misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas del pasado 9 de febrero. Aquella Eucaristía, celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano en un día frío y lluvioso, habría contribuido a empeorar la bronquitis que ya arrastraba.

Se espera que Francisco afronte afrontar una hospitalización larga en el Policlínico Gemelli. De momento el Vaticano ya ha anulado todos los eventos programados en su agenda durante esta semana. Pese a su cuadro clínico «complejo», Bergoglio se mantiene «de buen humor» y aprovechó parte del día de ayer para descansar, leer algunos textos y continuar con el tratamiento. También recibió la Eucaristía, aunque el «reposo absoluto» que le han prescrito los médicos le ha impedido durante su hospitalización celebrar la misa hasta el momento. El Papa ha recibido numerosos mensajes y dibujos de los niños que están ingresados en el área oncológica del Gemelli, un gesto que ha agradecido mucho.

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