Mario Picazo desmiente las teorías conspirativas sobre las estelas de los aviones

Los fenómenos que se sortean en el cielo son siempre motivo de fascinación y controversia. Desde objetos no identificados hasta la aparición repentina de luces de origen desconocido, las redes sociales se inundan tras cada suceso de usuarios que cuestionan y aportan sus hipótesis al respecto. En esta ocasión, las estelas provenientes de los aviones han sido las encargadas de servir la polémica.

Durante los últimos días, el firmamento dibujó numerosas líneas entrecruzadas que provenían de diversas aeronaves. Un acontecimiento que dejó desconcertado a todo aquel que se percató. La sorpresa inicial rápidamente se transformó en un motivo para fotografiar y compartir. Y como es habitual en las redes sociales, muy pronto salieron a relucir las teorías conspirativas sobre estas estelas. Entre ellas, hay quienes aseguran que es un método para controlar la climatología o incluso para fumigar a la población.

Los defensores de estas creencias sostienen que detrás de este hecho se encuentran los organismos gubernamentales. Al parecer, realizarían estas prácticas para dominar la meteorología, esterilizar a la especie humana o incluso vacunar a los ciudadanos. Por este motivo, los creyentes hacen una distinción entre 'estelas de condensación' y 'estelas químicas'. El primero se utilizaría para denominar el rastro que producen de manera natural los aviones, compuesto de vapor de agua, mientras que el segundo, como su nombre indica, estaría formado por sustancias nocivas.

Mario Picazo, un reconocido meteorólogo, ha decidido dar un paso al frente para paralizar los comentarios que circulan por Twitter. El experto justifica que no hay nada siniestro detrás de las estelas, y que simplemente se producen a causa de unas condiciones atmosféricas determinadas. Para dar credibilidad a su aportación, Picazo ha compartido un documento científico que avala su explicación.

Las respuestas al meteorólogo han sido de lo más variopintas y originales. Algunos usuarios apuntan que se trata de una lectura completamente manipulada, mientras que otros razonan con otros argumentos la veracidad de las teorías conspirativas.

La realidad es que el rastro que dejan los aviones a su paso es consecuencia de la condensación. Una condición que se produce a raíz de la baja presión y temperatura que ocasiona el paso de la aeronave. De este modo, cuando expulsa vapor de agua del motor, este pasa automáticamente de un estado gaseoso a sólido. El resultado es exactamente lo que vemos: unas vetas que desaparecen poco después.

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