Cuidado si pones la lavadora a esta hora: te pueden multar con hasta 3.000 euros

El consumo eléctrico es una de las facturas que más preocupa a las familias. Para hacer frente a este gasto, muchos hogares han distribuido sus tareas domésticas en función de las tres franjas horarias que rigen la tarifa: punta, llana y valle. Esta última es la más económica, que va desde las doce de la noche hasta las ocho de la mañana. Por lo general, el precio del kWh de luz es más alto durante el día, aunque no tiene un coste fijo, sino que varía de una jornada a otra.

Por esta razón, se ha vuelto muy común esperar a la madrugada para realizar actividades que requieren un elevado gasto energético, como poner el lavavajillas o la secadora. Sin embargo, aunque esta práctica puede ser beneficiosa desde el punto de vista económico, también puede dar lugar a conflictos, especialmente en las comunidades de vecinos.

El ruido generado por estos electrodomésticos puede perturbar el descanso nocturno de las personas que residen en una vivienda próxima. De hecho, en algunos edificios, ya se ha tratado en las juntas este asunto para acordar limitaciones y así evitar disputas. No obstante, se trata de una cuestión que está incluida en los límites acústicos que aplican las ciudades.

La respuesta es que sí, aunque no en todos los casos. Hay que tener en cuenta que el ruido que se puede hacer en una vivienda está regulado por las ordenanzas municipales, tal y como indica Fotocasa. Por lo tanto, se debe consultar los límites impuestos en cada zona. Normalmente, desde las 20.00 hasta las 8.00 horas de lunes a viernes, se establece un tope de entre 30 y 25 decibelios. Durante los fines de semana, esta limitación se extiende desde las 21.00 hasta las 9.30 horas.

De este modo, si la lavadora supera ese margen, los vecinos podrían presentar una queja ante la comunidad o acudir directamente a las autoridades competentes. Cabe destacar que las denuncias deben estar respaldadas por pruebas que demuestren que el nivel de ruido excede los límites permitidos y que causa molestias.

Las multas por no cumplir con esta normativa pueden ser de hasta 3.000 euros. Además, Fotocasa señala que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha asegurado que «además del cese inmediato de la actividad, podría exigirse una indemnización y la privación del derecho al uso de la vivienda o local por un periodo de hasta tres años y el fin del contrato, si la persona denunciada es el inquilino». Por ello, es conveniente asegurarse de que la lavadora o cualquier otro electrodoméstico no causen molestias.

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