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Ana de Dios
Martes, 30 de enero 2024, 10:18
Hay algunas acciones que tienen su recompensa. Las relaciones entre los vecinos de un edificio pueden no ser muy buenas. En las redes sociales hay muchos ejemplos de que la convivencia entre un gran número de personas puede ser un tanto complicada. Los ruidos, horarios o incluso la limpieza de las zonas comunes pueden llegar a ser motivo de conflicto entre los inquilinos de las viviendas.
Sin embargo, entre tantas historias de desavenencias y trifulcas, también hay otras en las que el entendimiento y los buenos gestos sacan a relucir la parte más bondadosa de las personas. Hace unos meses se hizo viral en TikTok la carta que un pianista decidió escribir a sus vecinos para pedir disculpas por molestarles durante sus ensayos y que incluso les llegó a invitar acudir a algún día a alguno de ellos.
Otra de esas historias que también muestra que una buena convivencia es posible es la que ha compartido Manu Reyes, @M_ReyesGuevara en X. «Yo y mi vecino de abajo, al que no conozco, pero con el que mantengo una relación basada en el honor y las epístolas», escribía, mostrando una conversación, en papel, entre ambos. El joven encontró 50 euros frente a su puerta y en lugar de quedárselo, decidió devolvérselos y enviarle una nota: «Soy Manu, tu vecino de arriba, he visto los 50 euros en el suelo frente a tu puerta».
Ayer ocurría esto... Resulta que mi vecino es maestro de la escuela de hostelería y me ha traído el regalo definitivo.
— ɐɹɐʌǝnƃ sǝʎǝɹ nuɐɯ (@M_ReyesGuevara) January 19, 2024
INSTANT KARMA https://t.co/BUTOghscbd pic.twitter.com/RhNkccatT8
Una acción que tuvo respuesta por parte de su vecino, el cual le agradeció el gesto y le aseguró que le alegraba «saber que aún quedan personas honradas en el mundo». Además, también le desvelaba que iba a dejar un «detalle» en su puerta.
Y dicho y hecho. Al día siguiente, Manu volvió a publicar un tuit en el que mostraba la recompensa que había recibido por parte de su vecino, «maestro de la escuela de hostelería». En las fotos que compartió se podía ver el mensaje: «Qué aproveche» y un par de cajas con varios dulces, algo que el joven calificó como «el regalo definitivo». «Ayer ocurría esto... Resulta que mi vecino es maestro de la escuela de hostelería y me ha traído el regalo definitivo. Instant karma», escribía.
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