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Imagen de archivo de la 'Cartagena Tattoo Convention' en El Batel. Pablo Sánchez / AGM
Cómo curar un tatuaje recién hecho

Cómo curar un tatuaje recién hecho

Es importante llevar a cabo un buen cuidado para que luzca de la mejor forma tras la curación

Alberto Cambronero Escobar

Miércoles, 24 de noviembre 2021, 01:52

Los tatuajes son un elemento común en la piel de muchas personas y que llevan en nuestra sociedad desde hace miles de años. Con el paso del tiempo, las técnicas y los métodos para realizar tatuajes cambian, así como las tintas y los productos utilizados, por lo que, para que tras la curación sea vea de la mejor forma posible sin pérdida de color o del dibujo, es importante llevar a cabo una buena curación de la zona tatuada.

Desde el momento de la realización del tatuaje, hay que tener en cuenta ciertos aspectos para evitar la infección de la piel y que esta pueda curar de la mejor forma. Conforme el tatuador termine de realizar su trabajo, envolverá el tatuaje y la zona de alrededor con un plástico o film transparente con el que proteger la zona. Es importante mantener puesto este plástico un par de horas.

Una vez quitado el plástico, hay que realizar la primera cura. Estas se tienen que repetir a lo largo de los siguientes días unas dos o tres veces cada de forma diaria. Hay que limpiar la zona del tatuaje con agua fría y, posteriormente, aplicar jabón neutro sin apretar, suavemente y con las yemas de los dedos. Una vez limpiado el tatuaje con el jabón neutro, se aclara para dejar la zona limpia y sin restos y se aplica una crema cicatrizante. No todas las cremas sirven por lo que el tatuador o un farmaceútico pueden recomendar alguna adecuada para ello. Hay que aplicar una capa fina y dejar el tatuaje al aire libre. Durante estos primeros días, que pueden ir desde una semana a dos, hay que evitar lo máximo posible que el tatuaje esté en contacto con el sol y los baños largos, sobre todo en la playa o en la piscina.

Estas curas hay que realizarlas durante los primeros siete o diez días. El tiempo dependerá de lo que tarda en cicatrizar la piel. Esta empezará a picar y habrá que evitar rascarse para no perjudicar el tatuaje. Cada tatuaje y piel cicatriza de forma diferente, en algunos casos la piel comienza a pelarse y durante unos días, igual que un quemazón, se irá cayendo dejando la capa de abajo al descubierto. En otros casos, se formará una costra como si de una herida se tratara, que también se terminará cayendo. No hay que quitar la piel ni la costra, sino que hay que dejar que se caiga de forma natural.

Pasado este tiempo, cuando el tatuaje ya luce uniforme y con la capa de piel ya caída, es la hora de dejar la curación. La piel se encontrará seca, por lo que habrá que hidratar el área un par de veces al día durante otros quince días. Una vez pasados los quince días desde la realización del tatuaje, ya se puede lucir al sol, pero es importante en épocas como en verano, cubrirlo con una capa de crema protectora para evitar que pierda color. Para la curación del tatuaje, es importante seguir las recomendaciones del tatuador, ya que ellos sabrán aconsejarte, porque cada piel y tatuaje es diferente y necesita un proceso de curación adaptado a cada caso.

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