El contrato de unos padres para que su hija tenga móvil que se ha hecho viral en Twitter

El contrato que han elaborado unos padres para que su hija pueda tener un teléfono móvil ha abierto el debate en redes sociales sobre el uso de estos dispositivos en menores de edad. Las condiciones por escrito que ha compartido uno de los progenitores se han hecho viral en Twitter, con miles de respuestas y 12.000 me gustas.

Marcar unas normas para que los hijos puedan utilizar el móvil se trata de una una idea que avalan desde por ejemplo la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), que lanzaron un modelo de contrato para padres y tutores legales. Esta propuesta en el uso de este dispositivos electrónicos tiene el objetivo de evitar el cyberbulling o el sexting. El acoso escolar no nace en la red, pero esta violencia ha encontrado otro espacio muy peligroso. La adicción es otro de los problemas que se da entre adolescentes y jóvenes, según señala un amplio estudio elaborado por Unicef.

Un padre ha compartido a través de su perfil en Twitter su forma de evitar situaciones como estas. «En previsión de que mi hija, de 12 años, consiga su propósito (tener teléfono; aún está por ver), y dado su apego a las normas (bien por ella), mi mujer y yo estamos elaborando este contrato de adhesión», justifica @JudgeTheZipper. El contrato incluye normas como que «la instalación de aplicaciones de redes sociales solo podrá realizarse previa autorización» de los padres y «del uso compartido de la cuenta» de las mismas. Así, podrán «pedirle el teléfono» para «ver lo que hay en cualquier aplicación», por lo que deberán conocer las contraseñas.

Asimismo, para evitar conductas como el ciberacoso y el daño a otros niños, exigen que la menor avise a sus padres cuando reciba «mensajes que sean ofensivos, o de mal gusto o que se vea gente siendo lastimada» y bajo ningún concepto podrá reenviar este tipo de contenido.

Entre las condiciones que recoge este contrato también se previene el uso excesivo del móvil o las redes sociales con un horario fijado por los padres y la prohibición de llevarlo al colegio. Respecto a esto, tampoco podrá utilizarlo «mientras se desayuna, come o cena». El incumplimiento de estas normas puede suponer la pérdida temporal del teléfono hasta una pérdida definitiva si quebranta alguna de las cláusulas de forma reiterada.

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