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Ana de Dios
Martes, 21 de mayo 2024, 18:27
El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff) ha alertado de la presencia de anisakis en un pescado procedente de Marruecos y que iba a ser puesto a la venta en el mercado español. La detección de este parásito en el producto afectado se ha producido en un control fronterizo, además se ha ordenado la retirada de los lotes que hayan podido llegar a los supermercados.
El pescado afectado son unas huevas de merluza y el Rasff ha calificado como «grave» la alerta. Entre las medidas que ha tomado este sistema, que proporciona a las autoridades de control de alimentos y piensos una herramienta para el intercambio de información sobre las medidas tomadas ante la detección de un riesgo en un pienso o en un alimento, se encuentran la retirada, la recuperación, la confiscación o el rechazo de los productos.
Según señala la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), el anisakis es un parásito que puede encontrarse en el pescado y en los cefalópodos (calamar, pulpo, sepia, …) y provocar alteraciones digestivas (Anisakiasis) y reacciones alérgicas que, en ocasiones, pueden ser graves. La Anisakiasis solo se puede contraer si se come pescado o cefalópodos parasitados, crudos o sometidos a preparaciones que no matan al parásito, por ello es importante prepararlos adecuadamente
Las recomendaciones de la agencia para evitar cualquier posible riesgo es compre el pescado limpio y sin vísceras, y en caso de que las lleve, retirarlas lo antes posible. A la hora de cocinarlo hay que asegurarse de que el alimento alcance los 60° C, pues esta temperatura destruye el parásito, por lo menos durante un minuto en toda la pieza. Si come el pescado crudo o sometido a preparaciones que no matan al parásito, deberá congelarlo. Para hacerlo en casa, el congelador debe alcanzar una temperatura de –20 °C o inferior y mantener el producto congelado durante cinco días.
Hace una semana, el Rasff detectó la presencia de Salmonella en pollo procedente de España. Además, hace un mes, se notificó la presencia pesticidas en melones procedentes de Marruecos, en concreto se trataba el clorpirifós, una sustancia no autorizada en la Unión Europea y que se emplea habitualmente en la agricultura para controlar las plagas.
En ese caso, la Organización de Consumidores y Usuarios, las incidencias de esta naturaleza «no son alertas dirigidas a los consumidores, sino un sistema de aviso rápido entre las autoridades sanitarias europeas de problemas que se detectan en la frontera», ya que «en muchos casos los productos no entran en el mercado».
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