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¿Acordamos un hijo?

¿Acordamos un hijo?

Tener niños juntos sin ser pareja es el último nuevo modelo de familia. Las webs de coparentalidad ayudan a encontrar candidatos compatibles

Inés Gallastegui

Domingo, 3 de marzo 2019, 13:25

Tengo 36 años, estoy felizmente soltero y casi he perdido la esperanza de tener hijos de la manera tradicional. Busco a alguien que se convierta en una buena amiga, sin relación romántica, y hacer lo que hacen los amigos -salir a comer o de vacaciones- mientras criamos juntos a un bebé en un entorno amoroso», asegura Jón (nombre ficticio), un joven islandés afincado en Cádiz. No es el único. La familia tradicional ha sido superada por nuevos modelos: familia arco iris, reconstituida, monoparental, adoptiva, multicultural, de acogida o por gestación subrogada. El último fenómeno social en lo que atañe a juntarse y multiplicarse es la coparentalidad, en la que un hombre y una mujer deciden ser padres sin ser pareja, viven cada uno en su casa y se dividen el amor, el tiempo y los gastos de su hijo. Puede hacerse con un amigo de toda la vida, pero miles de personas en todo el mundo recurren a webs especializadas en este tipo de contactos: una vez elegida la persona con la que tendrán que verse las caras de forma cotidiana en las siguientes dos décadas, los 'padres platónicos' acuerdan cómo lograr el embarazo -lo habitual es usar un kit casero de inseminación artificial o, si hay problemas de fertilidad, acudir a una clínica- y llegan a un acuerdo sobre la crianza.

El matrimonio ya no es la única opción de vida -en España, más del 40% de los niños nacen fuera de él- ni dura hasta que la muerte nos separe: cada año se registran en nuestro país más de 100.000 disoluciones frente a unas 175.000 bodas. Así que, de hecho, millones de personas crían a sus hijos con individuos con los que no tienen una relación amorosa. Si la separación es conflictiva, ni siquiera llega a relación. Internet se ha puesto al servicio de quienes creen que una unión sin pasión puede ser más estable y sana para los niños. Que compartir valores es mejor que compartir la cama.

«Busco una buena amiga, sin romance, para criar un hijo»

Jon-FUTURO CO-PADRE

Estas webs son un lugar de encuentro para relaciones a la carta: en ellas recalan mujeres solas que quieren un donante de semen altruista y no anónimo con variadas expectativas de relación futura y hombres que desean compartir un hijo al 50%. Algunos emprenden la aventura en solitario; otros son parejas homosexuales. Y hay quien no descarta pasar de los pañales y los biberones al romance. En sus perfiles, la gente habla de sus genes -estatura, belleza, coeficiente intelectual o longevidad de los abuelos- y de sus principios. Se buscan miembros compatibles, preferentemente en la misma área geográfica, y, si el chateo prospera, se conocen en el mundo real.

«Total libertad para que papi quede con mujeres, siempre que tenga amor por nuestra pequeña familia. Es la garantía de una relación duradera, sin estrés. Para mí, la atracción es una cosa y criar un hijo, otra», escribe una usuaria en CoParentsMatch.com. «Un ambiente familiar inusual no es un problema, sino algo positivo para los niños, porque aprenden a aceptar las diferencias desde una edad temprana», asegura otra.

«El matrimonio no es para todos ni para siempre»

iván fatovic-fundador de Coparentalys

¿Qué los ha llevado hasta ahí? «La gran mayoría de la gente sueña con conocer a su gran amor y vivir una preciosa historia juntos. Desgraciadamente, no todo el mundo tiene esa oportunidad. Si no tienes un gran amor, no tienes acceso al siguiente paso: crear una familia. ¿Debería la gente a la que le cuesta encontrar a su pareja ideal renunciar a tener una familia?», se pregunta el francés Frédéric Bianco, fundador de Coparentalys. Él y los 12.000 usuarios activos de su web creen que no.

Para Bianco, hay varios motivos. En primer lugar, la mayoría de la población urbana en los países desarrollados dedica los primeros años de su vida adulta a estudiar, divertirse y trabajar y, a veces, para cuando quieren darse cuenta, los 40 están llamando a la puerta. El norteamericano Ivan Fatovic lo comprobó en el sector financiero en Nueva York y Los Ángeles: muchas profesionales están volcadas en sus carreras y no han encontrado al amor de su vida cuando el tic-tac de su reloj biológico empieza a volverse ensordecedor. Por eso fundó Modamily, que hoy tiene 25.000 miembros en todo el mundo, dos tercios de ellos féminas, uno de cada cinco gais. Bianco también apunta un factor generacional: en esta sociedad individualista, cada vez hay más gente que valora su libertad por encima de todo, percibe los lazos amorosos como asfixiantes cadenas y prefiere vivir sola sin por ello renunciar a la descendencia.

COMPATIBLES

  • En inglés y español Entre las webs de contactos para donantes de semen o compadres están CoParents.com (100.000 miembros, según sus datos) y CoParentalys (12.000), ambas con versión española, Modamily (25.000) y FamilyByDesign (15.000). La más antigua es CoParent.Match, creada por una pareja de lesbianas en 2006, y la más nueva, la española Family4Everyone, fundada en 2017 y con 270 usuarios registrados. La mayoría disponen de una suscripción gratuita y otra premium.

  • Descartar ETS y test genético Si la concepción se realiza de forma natural o con un kit casero de inseminación artificial, es importante que ambos futuros padres se sometan a pruebas para descartar enfermedades de transmisión sexual, así como las enfermedades genéticas hereditarias más frecuentes.

  • 1,8 millones de hogares monoparentales registra el INE en España, y al menos 2,5 millones de menores viven en familias donde sus padres biológicos no mantienen una relación de pareja

Tampoco hay que olvidar, resalta Luis Arroyo, creador de Family4Everyone, la única web netamente española, que las parejas homosexuales se topan con trabas administrativas y económicas para tener hijos. Tanto la adopción como la gestación subrogada son procedimientos largos, caros, complicados y, especialmente esta úl tima, jurídicamente inseguros. La coparentalidad, recuerda Arroyo, presenta ventajas respecto a la monoparentalidad: ambos progenitores soportan solidariamente los gastos y la dedicación que implica un retoño, algo a valorar en estos tiempos de empleos inestables, salarios bajos y largas jornadas laborales.

Un divorcio sin matrimonio

«La mentalidad cambia y la familia se adapta a ese cambio», concluye Bianco, quien recuerda que el matrimonio por cariño es un invento de anteayer. «No decimos que ese vínculo sea malo, pero no es para todo el mundo, ni para toda la vida», resalta Fatovic, orgulloso 'padre' moral de «miles de encuentros y unos cien niños» a través de su página.

«¿Por qué debería la gente sin pareja renunciar a la familia?»

Fréderic bianco-fundador de modafamily

Casi todas estas plataformas aconsejan a los futuros 'padres platónicos' firmar un acuerdo tan detallado como sea posible sobre sus intenciones y deseos. ¿Quién elegirá el nombre del bebé? ¿Dónde vivirá? ¿Tendrá educación religiosa? ¿A qué extraescolares irá? ¿Cómo se dividirán los gastos? ¿Con quién pasará las vacaciones? ¿Qué ocurre si uno de los dos se queda en paro? ¿Y si empieza a convivir con una pareja? ¿Y si muere? Las propias webs admiten que, si surgen problemas, no hay garantía de que los tribunales asuman esos pactos. José Gabriel Ortolá, miembro de la directiva de la Asociación Española de Abogados de Familia, lo corrobora: nuestro sistema jurídico no prevé este tipo de familias. «Un acuerdo que establezca el modelo de guarda de un hijo futuro ni siquiera tiene una validez jurídica plena. Cualquiera de los firmantes podría desvincularse del mismo en cualquier momento», sostiene el letrado. En caso de conflicto, los jueces «no están constreñidos por los acuerdos de los padres» y fallarán siempre en interés del menor.

«Nuestros sistema jurídico no prevé este tipo de familias»

José gabriel ortolá-abogado

Jón, el islandés de Cádiz, lleva un año buscando a través de Modamily. Ha encontrado muchas mujeres que buscan un donante de semen con un rostro y una historia que mostrar a su futuro vástago -evitando así el anonimato que exigen las clínicas de reproducción asistida-, pero pocas están dispuestas a compartirlo de verdad. «No quiero ser el típico tío lejano, alguien excluido de la crianza que ve al niño los sábados por la tarde. Quiero un divorcio pero sin matrimonio, sin drama, sin celos . Una amistad sana es mejor para los niños». En su país, Jón conoce a hombres que apenas ven a sus hijos, fruto de una pasión pasajera o de un amor que se deterioró. En cambio, tiene contacto con una pareja gay y otra lesbiana que comparten «tres niños preciosos». Él se planteó esa posibilidad con un par de amigas solteras como él, pero hace dos años su traslado por la compañía aérea para la que trabaja como piloto trastocó esos planes, porque quiere quedarse en España.

A veces cree que su sueño no es realista. Hace un par de semanas se encontró cara a cara con una chica a la que había conocido en la plataforma. «Quiere ponerle el nombre al bebé. Ningún problema. Dice que yo podría ver al niño siempre que quisiera, en su casa o en la mía, pero no quedarme a solas con él hasta que me haya ganado su confianza», explica. Aunque está un poco decepcionado, volverá a verla. Quizá esa extraña sea la madre de sus hijos.

Las ventajas de tener padres afines y se fruto de una decisión racional

La psicóloga de familia Marisol Ramoneda cree que este nuevo modelo puede tener aspectos positivos para los niños. Para los 'padres platónicos', de entre 30 y 50 años, tener descendencia es fruto de una decisión radical y sopesada, no la consecuencia de un «accidente» o de ser arrastrado por la corriente de la «vida normal»: enamorarse, emparejarse y procrear. Buscan individuos afines, con ideas sobre la crianza similares a la suyas, algo que no suele ocurrir en la pareja romántica. Eso sí, es preciso encontrar en detalles: el estilo educativo, condicionado por el que cada uno tuvo en su casa, es causa frecuente de conflicto en los matrimonios y también pueden serlo en este tipo de uniones donde, además de los padres biológicos, a veces se implican también sus respectivas parejas. «Si funciona bien, el niño sumará en amor, en aspectos logísticos y económicos, en apoyo académico», resalta. Para la psicóloga, no es tan importante transmitir al niño un modelo de amor romántico entre los padres como un ambiente sano, cordial, pacífico. Tampoco es un problema que vivan en dos casas diferentes, siempre que tengan sus necesidades cubiertas y no se conviertan en peonzas. Para prevenir las «reticencias» del entorno, es clave que desde pequeñitos sepan que su familia es diferente, «ni buena ni mala»

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