Huermur recurre al Defensor del Pueblo para que se declare BIC al Cristo de la Sangre

La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha presentado una queja formal ante el Defensor del Pueblo, por la «persistente inacción» de la Consejería de Cultura en la tramitación como Bien de Interés Cultural (BIC) del Cristo de la Sangre, del escultor barroco Nicolás de Bussy, y para la que considera que es necesaria la máxima «protección».

Esta escultura, de finales del siglo XVII, «es una de las más representativas del barroco murciano, no solo por la intensidad expresiva de su anatomía, sino por la gran devoción que despierta y su participación central en los desfiles procesionales de Semana Santa», argumentan. De hecho procesiona el Miércoles Santo con la Archicofradía de la Sangre.

Huermur recurre al Defensor del Pueblo porque la Consejería no ha iniciado el expediente, pese a que está obligada legalmente, dice, y considera esta actitud «una grave negligencia administrativa y un incumplimiento de las obligaciones legales de protección del patrimonio cultural».

Desde la Consejería de Cultura niegan la mayor. Ante la denuncia de esta asociación responden que los técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que son los que están facultados por ley para realizar este tipo de valoraciones, consideran que la imagen del Cristo de la Sangre «no se encuentra en una situación de peligro ni deterioro, ya que está ubicada en el Museo de la Archicofradía de la Sangre, donde forma parte de su colección estable que garantiza su conservación, protección y también su acceso por parte del público».

Añaden que el museo pertenece a la Red de Museos de la Región, «lo que refuerza aún más el seguimiento y control institucional»; que la imagen fue restaurada por el Centro Regional de Restauración y que «no concurren razones de urgencia que hagan prioritaria la incoación del expediente BIC».

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