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La misa de campaña ante la imagen de la Virgen de la Piedad, celebrada en la puerta de Santa María de Gracia antes de la ... procesión, congregó principalmente a directivos de la Cofradía Marraja, portapasos de la Virgen, invitados y representantes institucionales. Pero, en contra de lo esperado, apenas movilizó cartageneros de a pie. Aquellos que en la procesión del Lunes Santo sí la acompañan en su camino de caridad por Cartagena.
Presidió la celebración litúrgica el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, quien recordó el compromiso de María en la obra divina de Dios. «Hizo su voluntad, aunque le costara trabajo entender qué le estaba pidiendo en ese momento». El prelado describió a la Piedad como «misericordia; es caridad, es amor y el amor no defrauda nunca». Y respecto a la celebración del centenario de esta imagen, el obispo destacó que la imagen «nos está diciendo la cantidad de hombres y mujeres que han confiado sus vidas, sus esperanzas, sus ilusiones, lo mismo que sus dolores y sufrimientos».
Durante la ceremonia, la Agrupación de Portapasos Promesas de la Virgen de la Piedad entregó los escapularios a los hermanos debutantes en la procesión. Previamente, fueron bendecidos por Lorca Planes, que recibió uno de ellos. También hubo insignias extraordinarias del premio Sexta Vara para el cabo Cela, jubilado de la Policía Local que durante 35 años cuidó de las promesas cada Lunes Santo detrás del trono; a la devota María del Carmen Zambrana; así como a la alcaldesa, Noelia Arroyo, en representación de todos los cartageneros.
A la celebración religiosa asistió el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, acompañado de la consejera de Cultura y Turismo, Carmen María Conesa. El estamento militar estuvo representado por el almirante del Arsenal, vicealmirante Alenandro Cuerda, y el coronel comandante militar de la Región, José Ángel Úbeda. También asistieron los hermanos mayores californio, Pedro Ayala, y del Socorro, Javier Pavía.
Sobre la rampa de Santa María de Gracia, durante el acto litúrgico, estaba el trono de la Virgen, que lucía una toalla de estreno, regalo del Ayuntamiento con motivo del centenario. Se trata de un aprenda de lanilla blanca bordada en hilo de oro y canutillo por la artesana cartagenera Encarnita Bruna García de las Bayonas. En un lado de la prenda aparecen los escudos de la Cofradía Marraja y de la Agrupación de la Santísima Virgen de la Piedad, con la inscripción '1925'. En el otro, el escudo del Ayuntamiento de Cartagena y el de la Agrupación de Portapasos Promesas de la Virgen, con el año del centenario, 2025.
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