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Fernando Perals
Miércoles, 28 de mayo 2014, 22:34
Disfrutar de los baños termales y de las friegas con barro, tratamientos con algas, vino y chocolate, una gran variedad de masajes... El turismo termal atrae a España a casi tres millones de extranjeros cada año y se ha convertido en un gran nicho de negocio para los balnearios, porque es un destino de referencia para los jubilados europeos. En la Región de Murcia, los mejores datos de ocupación son los que tienen las instalaciones termales de Archena y Fortuna, con sus dos balnearios, históricos desde hace más de cien años. Su oferta terapéutica atrae cada vez a más jóvenes. Terapias para cuidar la salud o simplemente para disfrutar de masajes que ayudarán a la relajación y olvidar el estrés diario.
Según datos del Instituto de Turismo de la Región, el número de visitantes alojados en 2013 en los establecimientos hoteleros que dan servicio a los balnearios se ha estimado alrededor de los 70.000 viajeros. Estos números significan un incremento del 7% de los usuarios con respecto a 2012.
Los turistas de los balnearios de Archena y Leana proceden principalmente del mercado español -86,5%-, de los que el 26,9% son residentes de la Comunidad Valenciana y el 25,6% de la propia Región. El 13,5% restante viene desde el extranjero, siendo los franceses, británicos y alemanes las principales nacionalidades.
Facilitar el acceso a las personas mayores a balnearios y curas termales es uno de los objetivos del programa Imserso, perteneciente al Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales. Más de 200.000 plazas se ofrecieron el pasado año a los mayores en el centenar de instalaciones que existen en el territorio nacional. En la Región, una de las grandes fortalezas es el índice de aceptación por parte de los clientes, con los indudables efectos terapéuticos de los centros termales, aunque más de la mitad de los que disfrutan del programa de vacaciones aún desconocen que los balnearios también están incluidos en los viajes del Imserso. Julián Tejerizo, jefe del Servicio de Termalismo Social, observa «los cambios que pueden derivar hacia un menor interés por las iniciativas de la Administración y que disminuyan las aportaciones al presupuesto del programa». No obstante, cada día se ocupan más los centros termales. ¿Tendencia o moda? Cuidar de la salud será en un futuro no muy lejano el gran objetivo que abra todavía más el interés por los balnearios.
Mejorar la oxigenación de los tejidos, relajar los músculos, efectos antiinflamatorios, tener en perfecto estado la piel, estimular las defensas, ayudar a combatir la ansiedad y reactivar el metabolismo son algunos de los beneficios que ofrece la visita a un centro termal. Además, los médicos nos aconsejan que los baños son ideales si se padece de reumatismo y afecciones del sistema respiratorio.
Remedio natural
Las aguas minerales son un excelente remedio natural tanto para afecciones físicas como para recuperar el bienestar general del cuerpo. Tienen la capacidad de aportar la relajación y descanso necesarios para mejorar el sistema de defensa, a la vez que favorecen el mantenimiento y mejora de las articulaciones y facilitan la reparación de la piel frente al envejecimiento. Los efectos beneficiosos que aportan al organismo son reconocidos por los médicos y fisioterapeutas.
La talasoterapia, con el uso de diferentes medios marinos -agua de mar, algas, barro y otras sustancias- y del clima marino como agentes terapéuticos tienen en los balnearios de Archena, Fortuna y en la instalación hotelera Lodomar sus principales focos de atención en la Región. El agua se recoge en zonas limpias, como en el Segura y el Mar Menor, para garantizar la ausencia de agentes contaminantes -si contiene arena se deja decantar y queda transparente-, antes de su aplicación en los distintos tratamientos, ya que el agua de mar elimina a los patógenos por ósmosis. Son clásicos los baños de barro en el Mar Menor, donde acuden cada año miles de ciudadanos.
Dependiendo de la temperatura y composición del agua, ésta aportará unos u otros beneficios, pero en todo caso siempre servirá para disfrutar y olvidar el ajetreo de la vida cotidiana. Son las burbujas que ofrecen los espacios de 'spa'. La práctica del turismo no está reñida con el cuidado de la salud y el mimo al cuerpo. Desde hace algunos años la alternativa de disfrutar en vacaciones cuidando del cuerpo se está imponiendo y ha surgido lo que se ha dado en llamar turismo termal.
El agua minero-medicinal de las instalaciones de Archena fue declarada de utilidad pública en 1869. Se la clasifica como agua sulfurada sulfatada clorurada sódica cálcica. Emana del manantial a una temperatura de 52,5º y posee un tiempo de permanencia en el interior de la tierra de 15.000 años.
«Yo vengo todos los años desde hace una década porque me hace muy bien para mi hernia de disco»; «a mí no me duele nada, pero acudo cada vez que puedo y me hago toda clase de tratamientos estéticos y de relax» o «no vengo a recuperarme de nada: me hago 'chapa y pintura'» son algunos de los comentarios que se escuchan a los clientes al salir de las termas.
El gasto medio diario de los turistas de salud realizado en la Región durante el verano de 2013 alcanzó los 73,96 euros. La valoración media que realizan de las instalaciones y los servicios recibidos es alta: 8,1 puntos en una escala hasta 10. Destacan también la amabilidad y profesionalidad del personal de servicios (9), la calidad de los servicios (8,7) y la limpieza (8,5).
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