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Jueves, 5 de diciembre 2024, 00:01
La bronquiolitis infantil es una de las primeras causas de hospitalización en España en menores de dos años. Anualmente afecta a alrededor de 100.000 niños, de los cuales entre el 15 y el 20 % precisan hospitalización. Este porcentaje aumenta, además, en aquellos con menos de seis meses de vida.
El responsable del cuadro clínico que se origina es un virus que no tiene un tratamiento específico. No obstante, gracias a la investigación continuada, se ha comprobado que el uso de anticuerpos monoclonales y vacunas específicas reduce los ingresos hospitalarios y previenen casos graves.
Para elaborar este artículo, hemos hablado con José Luis Alcaraz, jefe de pediatría del Hospital Quirónsalud Murcia. El doctor nos ha señalado las medidas más efectivas y explicado las últimas innovaciones médicas en este campo.
La bronquiolitis infantil es una infección respiratoria aguda que afecta a las vías aéreas más pequeñas, llamadas bronquiolos. Generalmente, el responsable de esta enfermedad es el VRS o virus respiratorio sincitial, aunque también pueden provocarla otros virus.
A diferencia de las infecciones virales que afectan las vías respiratorias superiores, la bronquiolitis se caracteriza por la inflamación. Además, puede dificultar seriamente la respiración del niño, lo que la convierte en una condición más grave que requiere atención médica.
Durante las temporadas más frías, hay que prestar mucha atención a las infecciones respiratorias. Esto se vuelve especialmente importante cuando existen ciertos factores de riesgo como los siguientes:
- Edad. Los niños menores de dos años, especialmente los bebés menores de seis meses, son los más vulnerables.
- Nacimiento prematuro. Los bebés nacidos antes de término tienen un mayor riesgo debido a que sus pulmones no están completamente desarrollados.
- Ciertas condiciones de salud. Las enfermedades pulmonares crónicas o los problemas cardíacos congénitos pueden predisponer a los niños a desarrollar bronquiolitis.
- Entorno y hábitos. La exposición al humo de tabaco y la asistencia a guarderías aumentan la probabilidad de contagio. También lo hace convivir con hermanos mayores.
El VRS se propaga principalmente a través de las gotitas respiratorias que se liberan al toser o estornudar, y también por contacto con superficies contaminadas (fómites).
El doctor Alcaraz nos advierte que «es importante mantener ciertas precauciones para minimizar el riesgo de contagio, sobre todo durante la temporada alta del virus, que corresponde a los meses de otoño e invierno».
Entre las medidas preventivas más efectivas se incluyen:
- Lavado frecuente de manos. Es esencial para reducir el riesgo de transmisión.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas. Esto ayuda a reducir la probabilidad de exposición al virus.
- Desinfección de superficies. Las superficies que los niños tocan frecuentemente deben ser limpiadas con regularidad, pues dan lugar a los contagios por fómites.
- Mantener a los bebés alejados de ambientes concurridos. El riesgo de contagio es mayor en lugares con altas concentraciones de personas como guarderías u hospitales.
En los últimos años, ha habido algunos avances significativos en la prevención de la bronquiolitis infantil causada por el VRS.
Se han desarrollado anticuerpos monoclonales, como Nirsevimab, que han mostrado resultados prometedores. Este es un medicamento que proporciona protección a los bebés más vulnerables durante la temporada del virus. Además, la investigación en vacunas para embarazadas está en marcha, lo que permitiría transferir inmunidad al bebé antes de su nacimiento.
Como se puede observar, cada vez se dispone de más estrategias con las que reducir el impacto del virus en la población.
Los primeros signos de bronquiolitis incluyen congestión nasal, fiebre baja y tos. Pero el doctor apunta que «a medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer también dificultad para respirar, sibilancias (silbido al exhalar) o ritmo respiratorio acelerado».
Por ese motivo, es fundamental que los padres estén atentos a estos síntomas. Así, si aprecian signos de dificultad respiratoria evidente, pausas en la respiración o labios o piel azulada, deben buscar atención médica urgente.
Otro de los síntomas que pueden llevar a los padres a la consulta del pediatra es que su hijo no coma ni se hidrate de forma adecuada.
En la mayoría de los casos, el tratamiento es de soporte. Esto incluye mantener al bebé hidratado, lavados de las secreciones nasales y controlar la fiebre.
Sin embargo, si el niño presenta dificultad severa para respirar, deshidratación o requiere oxígeno, puede ser necesaria la hospitalización. En los casos más graves, puede incluso necesitar soporte respiratorio en una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCI pediátrica).
El manejo de la bronquiolitis en casa es crucial para aliviar los síntomas del niño y evitar complicaciones. Algunas recomendaciones del doctor Alcaraz, jefe de pediatría del Hospital Quirónsalud Murcia, incluyen:
- Mantenerlo hidratado y cómodo. La hidratación es clave durante este proceso. Además, conviene mantener la cabeza del pequeño ligeramente elevada para facilitar la respiración.
- Aspirar las secreciones nasales. Usar una solución salina adecuada a su edad también facilita la respiración.
- Controlar la fiebre. Se pueden administrar medicamentos para la fiebre, siempre bajo la supervisión de un pediatra.
Para proteger a otros niños en el hogar, es fundamental que el enfermo se aísle lo máximo posible. De igual modo, se recomienda lavarse bien las manos con frecuencia y evitar compartir utensilios o juguetes.
La bronquiolitis infantil es una enfermedad respiratoria común, pero seria, especialmente para los bebés más pequeños y vulnerables. Sin embargo, con los consejos y recomendaciones que nos ha brindado el doctor José Luis Alcaraz, jefe de pediatría del Hospital Quirónsalud Murcia, te resultará más fácil proteger a tus hijos y evitar las complicaciones.
Además, los avances en la medicina están ayudando a reducir la incidencia de casos graves y mejorando la calidad del cuidado que reciben los niños afectados. Por eso, una comunicación cercana con el pediatra es siempre la mejor herramienta para el bienestar de los niños.
Solicita más información acerca de la bronquiolitis en el Hospital Quirónsalud Murcia
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