El viento y el mal estado del césped del campo del Melilla preocupan al Murcia

La urgencia se ha apoderado del Real Murcia. En la entidad grana hay máxima concentración. El objetivo es acabar en segunda posición, lo que les permitiría un enfrentamiento contra un quinto clasificado de otro grupo de Segunda Federación. La buena imagen mostrada por el equipo grana ante Eldense, Hércules y Puertollano ha dado pie a llegar ilusionados al último tramo de la Liga regular.

La plantilla que entrena Mario Simón ha decidido luchar de tú a tú contra el Intercity y La Nucía, primero y segundo en el grupo quinto. Ambos se tendrán que jugar el ascenso, a priori, en la última jornada en un duelo directo. Pero por el camino puede que se dejen puntos, como ya ocurrió el pasado fin de semana. Los del Enrique Roca están al acecho y no quieren despistarse. El primer escollo de los cuatro enfrentamientos que quedan pasa por el Álvarez Claro. El Murcia visita el domingo al Melilla. Los de la ciudad autónoma se encuentran en la zona media de la tabla, aunque a un punto del descenso.

Los chicos de Miguel Rivera, un entrenador todoterreno del fútbol de la Segunda División B que ha pasado por varios equipos de la Región de Murcia, tienen bien claro que se medirán a uno de los favoritos de la competición. La imagen que está dando la escuadra norteafricana ha cambiado desde la llegada del técnico andaluz. Los que siguen el trabajo diario del Melilla apuntan que ahora están mostrando la actitud e intensidad de un equipo que en el campo salta a presionar, a 'morder' a su rival.

El centro del campo ha cobrado protagonismo con Rivera. Baba Cissé es uno de los nombres más destacados. El francés con nacionalidad senegalesa es el jugador clave que mueve al Melilla. Junto a él están Borja López, que ejerce más de pivote, y González, que destaca como un mediapunta que tiene último pase y personalidad para tener la pelota.

Rubén del Campo es la referencia en ataque melillense, con ocho goles. En los últimos partidos el preparador malagueño está apostando por jugar con dos delanteros y Del Campo lidera el ataque junto a Iker Hernández. Con ambos en el perfil ofensivo, Rivera busca apretar la salida de balón del rival. Puede ser uno de los problemas que se encuentren los pimentoneros en un estadio azotado siempre por el viento.

El césped del estadio Álvarez Claro no está en buenas condiciones. En Melilla son conscientes de que es necesario cambiarlo. En junio visitarán el campo la selección sub-21 y la absoluta femenina y preocupa que el terreno de juego no acompañe. De momento, y aunque los propios jugadores locales se hayan quejado, los más afectados son los visitantes, que no están acostumbrados al escenario.

Ya son ocho partidos con Rivera al frente y los blanquiazules han conseguido tres victorias, dos empates y tres derrotas. En Melilla creen en la salvación, aunque temen la visita del Real Murcia. Santi Jara reconoció ayer que les preocupa lo fuerte que se hace el Melilla en su estadio, por su forma de jugar. Asimismo, dice que el viento será otro enemigo contra el que lidiar: «Los partidos que he jugado allí nunca han sido fáciles, siempre han estado ajustados hasta los últimos minutos. Los partidos se suelen decidir por pequeños detalles», dijo ayer el centrocampista manchego, quien añade que la clave estará en materializar pronto las ocasiones que tengan el domingo.

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