Otra tarde alegre para la afición pimentonera

El Enrique Roca volvió a registrar un buen ambiente en el duelo frente al Alzira. Aunque no fue la mejor entrada en el feudo grana en lo que va de temporada, los 5.531 aficionados que acudieron al estadio disfrutaron de nuevo de una jornada futbolística de su equipo en grupos de hasta 10 personas. Otra vez los seguidores del Real Murcia pudieron entrar con su abono y sin tener que sacar una entrada previa, lo que agilizó los trámites en los prolegómenos del choque e hizoque se diluyeran las colas en los accesos del estadio grana.

Las familias y los amigos volvieron a sentarse juntos sin distancia de separación y todos los seguidores pudieron entrar a la cita del domingo sin problemas, después de que en las últimas semanas cambiara el protocolo de asistencia a los eventos deportivos. La grada vibró con su equipo y la zona de animación habilitada en los últimos días en el fondo sur vivió de pie el choque del Real Murcia con cánticos y gritos a favor de sus futbolistas, algo impensable hace solo unos meses.

La entidad murciana delimitó una zona en la zona inferior para que todo aquel que deseara estar de pie en el partido pudiera hacerlo. El casi centenar que allí estuvo no cesó en su empeño por apoyar a la escuadra pimentonera. Los murcianistas arroparon a los vestidos de corto a lo largo de los 90 minutos. Si bien es cierto que durante algún tramo del choque el club titubeó en el césped, la afición rescató a la plantilla con su aliento y recondujo en la segunda parte a un equipo que tiró de más corazón que cabeza. Como el propio técnico del Alzira, Daniel Ponz, reconoció al término del encuentro, «la espectacular afición del Real Murcia se hizo notar en la tarde de ayer» y fue determinante para el conjunto local.

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