El Real Murcia de Munúa, una etapa fallida que acaba de mala manera

Gustavo Munúa ya no es entrenador del Real Murcia. El club grana tomó el martes la decisión de destituir al entrenador uruguayo y la hizo oficial ayer miércoles después de las últimas derrotas con mala imagen del equipo, que cayó en Copa del Rey ante la Arandina, de Segunda Federación, y también perdió en Ceuta en un duelo directo por el 'playoff'. Las negociaciones ya estaban muy avanzadas anoche con Pablo Alfaro para ser su sustituto y empezar a preparar el siguiente partido del conjunto grana, el domingo a las 20.00 horas ante el Castilla. El entrenamiento de ayer miércoles, fijado inicialmente a las 10:30 horas en Pinatar Arena, ya había sido pospuesto a la tarde. Fue dirigido por Carlos Cuéllar, técnico del Imperial. Tanto Munúa como su cuerpo técnico pasaron por las instalaciones de San Pedro del Pinatar para despedirse.

Se cierra así una etapa fallida y breve en la que el técnico charrúa llegaba en verano avalado por su temporada y media en el FC Cartagena, disputando un 'playoff' y dejando líder al equipo albinegro en su segunda campaña. En cambio, en Murcia generó dudas muy pronto. A pesar de tratarse de una plantilla nueva, el equipo ofreció un rendimiento muy por debajo de lo esperado. Después de un mal comienzo en juego y resultados, con dos derrotas seguidas en casa y ocho goles encajados en cuatro jornadas, el equipo pareció reaccionar con varias victorias por la mínima. Sin embargo, los encuentros más recientes y una acumulación de lesiones hicieron que volviera el recelo en un proyecto concebido para estar entre los mejores de la categoría y que tenía muchos problemas para estar a la altura. Munúa deja al Murcia octavo, a un punto del quinto y ya a 11 del líder, el Castellón.

La preocupación por la marcha del equipo empezó pronto, cuando el Murcia perdió en casa ante el Sanluqueño (2-3). Era la segunda derrota seguida en el Enrique Roca tras la sufrida ante el Córdoba (1-3). Los resultados, los goles encajados y el juego ofrecido supusieron una decepción nada más comenzar la temporada. Aunque contaba con más de 20 fichajes en una plantilla nueva, el equipo parecía seguir en pretemporada con unos jugadores que aún no se mostraban conjuntados a diferencia de otros candidatos al 'playoff' como el Ibiza. Ahí perdió la primera oportunidad para causar una buena impresión, pero desaprovecharía otras dos ocasiones para convencer.

Precisamente, el siguiente compromiso del equipo era con los celestes, pero el partido tuvo que ser aplazado. Así, el Murcia no iba a tener que jugar hasta el partido en San Fernando, teniendo Munúa dos semanas de entrenamientos que parecían propicias para cohesionar a los jugadores. Sin embargo, en el estadio Iberoamericano, el Murcia jugó igual o peor que en los anteriores encuentros, con poca capacidad para generar juego y vulnerable en defensa. Solo de penalti y en el último minuto evitó la que hubiera sido la tercera derrota consecutiva. El equipo seguía sin evolucionar en una situación ya inquietante.

Finalmente, el club perdió la confianza en el entrenador uruguayo a la tercera señal negativa. Octubre pudo ser un punto de inflexión con un equipo que quiso hacerse fuerte desde lo defensivo sumando cuatro victorias por 1-0, pero volvió a repetir errores en la última semana. Transmitió en Aranda y Ceuta la misma vulnerabilidad que en el inicio de Liga. Hasta ahí llegó la etapa de Munúa en Murcia.

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