El Real Murcia se frustra en el Enrique Roca

Pero no lo consiguió y volvió a frustrarse en casa, delante de su público, en un choque que pudo ganar y que también pudo perder frente al Numancia, como le sucedió en su estreno ante el Calahorra. Han sido dos partidos casi calcados, que demuestran que al Murcia, de momento, le ha podido la responsabilidad. El equipo de Mario Simón no ha hecho ni un solo gol como local, pero la afición grana habría firmado un arranque así, con ocho puntos de doce en el que su equipo estuviera imbatido en la cuarta jornada en una categoría que no conocía.

Diego Martínez, técnico del Numancia, no se arrugó antes del choque y tiró de dos delanteros puros de inicio como Rubén Mesa y Mario Barco. No le asustó ni el Murcia ni su potencial ofensivo. Simón, por su parte, solo hizo un cambio en su once inicial en relación al que puso una semana antes en San Sebastián. Dani Vega, autor de los dos goles que dieron la victoria a los granas ante la Real Sociedad B, salía de titular en puesto de Loren Burón. Por lo demás, Ganet, Julio Gracia y Aguza fueron los encargados de hacer carburar al equipo, la defensa repitió a los jugadores de las últimas semanas y arriba, junto a Vega, Pedro León y Miku fueron los encargados de buscar el gol.

Los primeros minutos del choque fueron de tanteo. Con el césped tan mojado y rápido, ningún jugador se arriesgaba a cometer un error en una entrega o en una conducción. Aun así, el Real Murcia tenía más potencia e intensidad y los diez primeros minutos el choque se jugó en el campo del Numancia. Los granas pudieron marcar en un centro atrás de Ganet que ni Aguza ni Dani Vega lograron rematar. A los once minutos, Miku remató de espuela un centro de Ganet, pero Isma Gil rechazó y desbarató una ocasión que levantó a la grada del Enrique Roca. El Murcia era mejor que su rival pero le faltaba transformar todas las buenas sensaciones y su gran trabajo en un gol. Como en el estreno en casa ante el Calahorra de principios de septiembre. El guion era calcado.

Ganet, que se mostraba físicamente un punto por encima de sus compañeros, se probó con un disparo lejano a la vez que el Numancia intentó despertar y ser protagonista en el partido con un Jesús Carrillo al que no le pesaba jugar en la que fue su casa. De hecho, el centrocampista de Alcantarilla, con un disparo lejano pero colocado, asustó a la afición murciana. El exgrana, unos minutos más tarde, también disparó cruzado desde dentro del área, pero se encontró con Serna.

El Murcia necesitaba salir del agujero y lo hizo en un gran contragolpe de Javi Rueda, en el que el defensa grana fue derribado por Fer Román cuando se escapaba hacia el área visitante. Pero el colegiado, el valenciano Sergiu Muresan, le mostró solo amarilla cuando la infracción era casi para roja. Al menos, el Murcia se volvió a conectar con fuerza al partido tras unos minutos de mandato soriano, que también demostraba estar bien armado y tener carácter. El equipo grana volvía a morder en la disputa de cada balón después de unos minutos adormilado. Javi Rueda también se mostraba por encima de sus compañeros y Aguza dejaba algunos detalles en sus mejores minutos como grana. Pero faltaba la guinda del gol para borrar la ansiedad grana generada por las ganas de agradar a su afición.

La primera parte del Enrique Roca acabó con una ovación, pero para Miguel Serna. El portero murciano salvó a los granas con dos paradas de mérito; la primera tras un gran disparo de David González, que iba para la escuadra, mientras que en el saque de esquina posterior, Serna sacó una mano providencial tras un certero remate de cabeza de Bonaldo a la base del palo. Los dos últimos latigazos del Numancia demostraron que el equipo soriano tenía armas para hacer daño al Murcia.

En la segunda parte el Real Murcia saltó al césped con energías renovadas. De hecho, comenzó a mandar desde el primer minuto. En los acercamientos iniciales Aguza disparó desde la frontal tras cazar un rechace, pero le faltó convicción, además de colocar mejor el balón. Los granas tenían el esférico y el dominio del juego hasta que disfrutaron de la mejor ocasión en las botas de un Pedro León que se encontró con una mano de Isma Gil cuando su balón se colaba en la meta numantina.

El problema fue que el Murcia comenzó a perder gas y a ceder metros ante el Numancia, que otra vez volvía a mostrar las uñas. Simón, a veinte minutos para el final y viendo que su equipo se caía, decidió hacer cambios y airear a su equipo quitando a futbolistas que se mostraban cansados como Pedro León y Miku, además del lesionado Javi Rueda. Carrasco e Inoussa debían de encargarse de agitar el ataque grana, mientras que Mario Sánchez jugaba sus primeros minutos de la temporada.

Quedaba un cuarto de hora por delante para tumbar a un Numancia con argumentos, que también se refrescó y que disparó a puerta por medio de Moha. Pero el momento en el que el Real Murcia percibió seriamente que podía perder el partido fue cuando David González, en una jugada personal y a diez minutos del noventa, estrelló un balón en el palo derecho de la meta de Serna. A estas alturas del partido, y con las fuerzas muy igualadas, era tan importante ganar el duelo como no perderlo.

Pero al Murcia le faltaron fuerzas e imaginación en el tramo final para lograr su primera victoria en casa. Los cambios de Mario Simón no hicieron el efecto deseado, solo Loren Burón hizo soñar a la grada en alguna acción aislada, y el choque acabó con un equipo local impotente al que el Numancia asustó y recordó lo complicado que va a este año ganar partidos en Primera Federación.